Dos de las cuatro entidades que nuclean a ruralistas salieron ayer a alertar y a expresar su preocupación por el “deterioro” que viene sufriendo la campaña agrícola argentina, en especial cosecha del trigo y la cebada, fuertemente golpeados por las inundaciones. EL CRONISTA

Confederaciones Rurales (CRA) remarcó la “grave situación que están atravesando los productores agropecuarios, por la falta de competitividad, elevada presión impositiva y condiciones climáticas adversas” y enfatizó que los números de la cosecha fina “dan rendimientos muy inferiores a los esperados, con una caída promedio cercana al 10%, lo que hace imposible que se logre el récord de la campaña agrícola.

Por su parte, Coninagro también planteó el negro panorama para la fina y el ahogo de los productores, que redundará en la imposibilidad de cubrir costos y por ende en quebrantos.

Ambas entidades reclamaron al Gobierno medidas concretas para poner fin al “constante deterioro de las condiciones económicas” del productor rural. CRA pidió que se eliminen retenciones. Pro su parte, Coninagro consideró “un camino posible es la instrumentación de un diferencial de precios compensatorio de la caída de calidad”.