1942-2013. LA NACIÓN.
La competitividad que alcanzó el agro argentino en las últimas décadas se logró gracias a, entre otros aportes, los del economista Rogelio Tomás Pontón, que falleció el sábado pasado en Rosario.
Desde la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, que dirigió entre 1986 y 2011, escribió miles de artículos, disertó en cientos de conferencias y formó a varias generaciones de jóvenes en el mercado de granos.
Defensor de los mercados libres y de la mejora de la infraestructura, como el dragado y balizamiento de la hidrovía Paraná-Paraguay, que fue clave para la construcción del mayor polo oleaginoso del mundo sobre la ribera del Paraná, Pontón se destacaba por sus análisis agudos sobre la realidad del sector granario argentino. Una de sus últimas apariciones públicas fue en el congreso internacional de periodistas agropecuarios (IFAJ, por sus siglas en inglés), donde disertó sobre el aporte de la soja a la economía nacional.
De trato afable, fue profesor de Economía en la Universidad de Rosario entre 1979 y 1985, de Economía Política en la Facultad de Derecho de Rosario de la Universidad Católica Argentina entre 1977 y 1992, así como rector de la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (UCEL) entre 1992 y 2000. Además, Pontón trabajó en empresas agroindustriales.
"Toda esa trayectoria, sin embargo, adquiere otra dimensión -recordaron en la BCR-, porque jamás sació su hambre de conocimiento, jamás abandonó su espíritu crítico, jamás dejó atrás una inquietud, jamás de escuchar a otros, de leer a otros, de aprender de otros, o de aceptar críticas u opiniones, y siempre compartió su conocimiento y sus actividades con gran generosidad y humildad."
Identificado con las ideas liberales, presidió la Fundación Libertad, de Rosario, y tenía también un conocimiento profundo sobre cuestiones religiosas.
Pontón estaba casado y tenía tres hijas. Sus restos fueron velados en el cementerio El Prado, de Rosario.