25/03/2015

¿Protocolo de familia para la empresa agropecuaria?

Por: Guillermo Randi Salas. AMBITO 


El sector agropecuario, caracterizado por las tradiciones y los enraizamientos culturales, presenta una fuerte vinculación entre la familia y la propiedad del establecimiento, siendo prácticamente sinónimo decir empresa agraria y familia. A medida que las generaciones se suceden, la subdivisión de la tenencia de la tierra llega a situaciones donde la cantidad de superficie heredada es inferior a la unidad económica autosustentable, derivando en su venta o arrendando para dedicarse a otra actividad.

Si bien es éste el clásico ejemplo, lo mismo sucede con las firmas agropecuarias o de servicios vinculados a esta industria, donde a medida que avanzan las generaciones suele forzarse la estructura para incorporar en la firma a los hijos del fundador, quien oportunamente fue un emprendedor con características únicas y rara vez transferibles a las siguientes generaciones.

En el comienzo, gran proporción de las empresas son unifamiliares, donde, a medida que van creciendo, distintos dilemas se presentan. La capacidad de delegar y la de armar una estructura eficiente acorde se posicionan como los más grandes desafíos. Pero, ¿qué sucede cuando los hijos crecen y llegan a la edad laboral?

Muchas veces la estructura se fuerza para hacer lugar al hijo del dueño en posiciones de confianza o gerenciales, para las cuales no necesariamente posee las capacidades técnicas y profesionales que le permitan llevar a cabo el puesto exitosamente. A medida que la familia crece y los hermanos también ingresan en la firma, esta situación se puede agravar fuertemente en torno a la eficiencia y las tensiones de poder se acrecientan. ¿Qué pasa con los familiares políticos en la firma? ¿Y si fallece el fundador? Exponencialmente aumentan los conflictos cuando la tercera generación se hace presente y la forzada estructura no es capaz de absorberlos a todos.

Prevenir situaciones

¿Cómo es posible solucionar y prevenir estas situaciones típicas de la empresa agropecuaria familiar? El protocolo de familia es una herramienta preventiva invaluable a la hora de planificar el desarrollo equilibrado entre la empresa agropecuaria y la familia, y darle continuidad sostenible en el tiempo. Consiste en un acuerdo marco firmado entre familiares socios de la firma con el fin de regular las relaciones entre la familia, la empresa y la propiedad trabajando donde cada caso es único y su contenido es específico a la familia propietaria. Es útil realizar las siguientes preguntas, entre tantas otras, y planificar respuestas exitosas y duraderas:

¿Cuáles son las normas de ingreso y salida de familiares consanguíneos y políticos en la empresa familiar? ¿Su ámbito de aplicación? ¿La estructura debe forzarse para incorporar a los herederos en puestos gerenciales o deben permanecer como accionistas mientras estos puestos son ocupados por profesionales contratados? ¿Cuáles son los requisitos mínimos de estudios requeridos para que las nuevas generaciones se incorporen? ¿Cuál es el régimen de participaciones accionarias, clases de acciones, ventas de éstas, qué tipo de usufructo y pignoración? ¿Cómo se realiza un régimen de reuniones sin que los conflictos interpersonales tengan incidencia en las decisiones de la empresa? ¿Cómo se mide el éxito o el fracaso de los familiares en la firma agropecuaria?

Todas estas preguntas tienen sus respuestas positivas cuando se las analiza antes de llegar a la situación de conflicto y calmadamente, brindando claridad y estableciendo un marco normativo sustentable y sostenible en el largo plazo, cuidando la salud de la empresa al favorecer su desarrollo en un ámbito libre de conflictos e intereses entre los familiares accionistas, herederos y fundadores.

(*) Lic. en Economía y Administración Agraria. Consultor en Agronegocios y Management.