05/07/2023

Por qué Diego de la Puente dice que los productores ya deberían ir “cambiando el chip”

En “zona de promesas”, el mercado de granos 2023/24 invita a ser optimista y por eso los productores agropecuarios ya deberían ir “cambiando el chip”, dijo Diego de la Puente, uno de los analistas de mercados que dirigente la Consultora Novitas. AGROVERDAD - 05/07/2023

Tras una campaña para el olvido, para el experto la que comienza debería ser más positiva no solo desde el punto de vista del clima “real”, sino también del clima de negocios. Mientras tanto, los ojos están puestos en la volatilidad del mercado de la mano de los vaivenes climáticos en Estados Unidos y a nivel mundial.

De esta manera, De la Puenta dio sus previsiones para el próximo ciclo agrícola en el marco del 4° Congreso de la Cámara de Legumbres de la República Argentina (CLERA) que se realizó en Salta.

“Cambiar el chip”

Según de la Puente, la llegada de “El Niño” “permitiría que nos borremos el mal trago de una campaña 2022/23 que fue ciertamente para el olvido” y en base a esto fue que invitó a ser optimista no solo en el contexto de lo que sería mejor ciclo productivo, sino también en un horizonte comercial más despejado.

“La cosecha 2022/23 fue nefasta desde todo punto de vista: no solo climáticamente, sino también comercialmente, porque estuvo supeditada a numerosas decisiones políticas como el dólar soja o la prórroga de declaraciones juradas de ventas al exterior en distorsionan todo el escenario de precios y es muy difícil saber y acertar el momento que conviene vender”, describió el analista.

Para de la Puente, no solo el clima “real” sería más favorable, sino también el de negocios. “La campaña 2023/24 pinta totalmente diferente: no importa quién termine ganando, lo lógico es esperar una cosecha más normal y un mercado menos regulado, y mucho más expuesto al mercado internacional”, subrayó.

De ahí que consideró que los productores ya deberían ir “cambiando el chip”, porque “hay que salir de estar pensando qué decisión toma el Ministro de Economía y estar con los ojos más puestos en qué pasa en el mercado y cómo puedo aprovecharlo”.

“A la campaña 2023/24 habrá que tenerla planificada al máximo, porque es la que nos puede ayudar a solventar el mal trago de la última cosecha”, consideró de la Puente.

“Zona de promesas”

Durante su disertación en la Jornada de CLERA, Diego de la Puente también centró parte de su análisis en el último informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) para analizar el mercado internacional.

Precisamente, el reporte del organismo publicado hace unos días sorprendió al mercado al ubicar la siembra de soja en ese país por debajo de las expectativas de los operadores privados, lo que prácticamente descartó la posibilidad de una cosecha récord y llevó a que la cotización del poroto en Chicago cotizara entre los US$ 550 y US$ 570 por tonelada. En este sentido, para el socio de la consultora Nóvitas, esto es una muestra cabal del momento en que se encuentra el mercado de granos.

“La coyuntura indica que estamos en una zona de promesas, porque se define lo que se puede esperar de la producción de uno de los tres principales actores que tiene la producción mundial de alimentos, que es Estados Unidos”, subrayó durante su disertación en el Congreso de Legumbres.

En este contexto, para el analista, habrá un “gradiente de volatilidad” que probablemente se extienda hasta agosto, en función de los vaivenes climáticos no solo de Norteamérica, sino a nivel mundial. En el caso puntual de EE.UU., hubo una condición muy seca al momento de la siembra y, en este momento, se observa un deterioro muy grande en la situación de la soja, el maíz y el trigo de primavera.

“Todavía falta, pero hay incluso escenarios parecidos a lo que ocurrió en 2012, que fue un desastre productivo: la segunda peor sequía de la historia”, puntualizó de la Puente. Precisamente, en septiembre de aquel año fue cuando la soja llegó a su máximo histórico, por encima de los US$ 650; lo mismo que el maíz, a más de US$ 320.

Esto cambia una tendencia que parecía ser bajista en los últimos meses, luego de un 2022 en que la soja durante varias oportunidades exploró su récord, en el marco de las subas generalizadas que ocurrieron en medio del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania.

De todos modos, de la Puente aclaró que por ahora son solo pronósticos: el maíz y la soja aún no entraron en período crítico de floración, por lo que, si arriban lluvias, el panorama podría cambiar.

“Este es un momento de incertidumbre; el punto previo a la definición, las próximas dos semanas van a ser vitales. Algún tipo de daño va a haber, lo que significa que la cosecha puede que no sea récord, pero que aun así sea buena. Ahora bien, si las lluvias no llegan, estamos ante un mercado completamente diferente, con pisos de precio para todo el año que también serán diferentes”, evaluó.

En este contexto, consideró que la mirada no se posa solo en Estados Unidos sino también en otras regiones clave como Europa, que están sufriendo una intensa ola de calor; los países de la ex Unión Soviética, también con sequía; y zonas de China donde la falta de agua se siente para el maíz y la soja.

Asi, mientras El Niño se supone que beneficiaría a la Argentina, perjudicaría a orígenes clave como el sudeste asiático y Australia, donde también incide negativamente el Dipolo del Océano Índico o más conocido como “El Niño indio”.