EL CRONISTA
La cúpula de la cámara que agrupa a grandes empresas productoras de biocombustibles como Molinos Río de la Plata; Vicentín; AGD; Bunge; Dreyfus y Cargill, entre otras, advirtió que un aumento de aranceles a la importación del biodiesel por parte de los países de la Unión Europea (UE) tornará inviable la actividad en el país.
Es que el miércoles, las empresas fueron notificadas de que los derechos de importación pasarán de 10,6% a 25%, a lo que se sumarían unos 6 puntos en 2014, cuando la Argentina quedará afuera de un régimen de promoción de países emergentes por el crecimiento de su PBI. Esto implica, en los hechos, pagar aranceles de más de 30% para venderle a un continente que hoy es el principal demandante del producto local.
En conferencia de prensa, las autoridades de la Cámara de Biocombustibles (Carbio), indicaron que para contrarrestar lo que ya consideran prácticamente una causa perdida, al menos durante 2014, necesitan redireccionar las ventas al mercado local. Para lograrlo, le reclaman al Gobierno que aumente el corte obligatorio de biodiesel en el gasoil y que le de tratamiento impositivo igualitario con el gasoil importado.
Actualmente, el corte obligatorio de gasoil con biodiesel es del 8,5%, pero Carbio pretende que llegue hasta el 20 por ciento. En paralelo, piden que el biodiesel sea eximido de tributar el 41% de impuestos que hoy no paga el gasoil importado, porcentaje compuesto por el 19% a la Transferencia de Combustibles Líquidos y el Gas Natural, y 22% a la Transferencia o Importación de Gasoil.
De esta forma, aseguran, pueden competir y resultar más baratos: de acuerdo con cálculos empresarios, el gasoil importado puesto en refinería cuesta unos u$s 870 por metro cúbico y el biodiesel, u$s 710, es decir, 18,4% menos.
Según dijo en el mismo encuentro el especialista Claudio Molina, parte del problema de que no aumente el corte es que hoy, las petroleras hacen un diferencial importante con el gasoil importado. También sostuvo que hoy el viceministro de Economía, Axel Kicillof, está del otro lado del mostrador, porque es director de YPF y conduce la Unidad Ejecutiva Interdisciplinaria de Monitoreo del sector de los biocombustibles.
A pesar de sus pedidos al Gobierno, los empresarios de Carbio se encargaron de destacar el rol de los organismos oficiales, en especial de la Cancillería argentina, en la batalla que seguirán dando en Europa.
Gustavo Idígoras, asesor externo de Carbio, explicó que el siguiente paso en la pelea será una presentación ante la UE, en Bruselas, dentro del plazo de 15 días en los que el país tiene derecho a hacer comentarios sobre la propuesta arancelaria que serán respondidos con argumentos falaces solamente basados en la intención de proteger la industria europea, aseguró.
La UE acusa a la Argentina de subsidiar el biodiesel por tener retenciones menores para las exportaciones de este producto de las que pesan sobre su insumo básico, el aceite de soja, y el bien más primario, el poroto. En paralelo, Europa acusa a las empresas argentinas de tener prácticas desleales, específicamente, de dumping.
El presidente de Carbio, Luis Zubizarreta, aseguró que si se aplica el nuevo arancel, las exportaciones argentinas se van a primarizar ya que los fabricantes europeos podrán hacer biodiesel a partir de poroto de soja local.