Mercados granarios alterados. PUNTO BIZ.

Aníbal Ivancich (h), acopiador y semillerista de Rosario, y quien fuera secretario de la Bolsa de Comercio de Rosario resultó electo la semana pasada presidente de Maizar, la entidad ruralista que reune a toda la cadena maicera. El momento no es el mejor ya que la combinación de altos costos con precios internacionales en baja proyecta para la próxima campaña una caída de hasta el 30% en la cantidad de hectáreas sembradas con maíz.



Y si bien las expectativas de que un próximo gobierno nacional le quite las retenciones al cultivo y hasta le libere las exportaciones, mejorando notablemente su ecuación, están generando un cambio de clima en el campo, para Ivancich no llegará a mover el amperímetro. "Esta campaña está jugada. El ciclo no perdona. Puede haber un poco más de intención de siembra tardía, pero no alcanza para remontar la fuerte caída que habrá", resaltó en diálogo con punto biz.



Con todo, espera que se vuelvan a repetir los buenos rendimientos del año pasado. "Las condiciones agronómicas son muy buenas, es un año -por sus características climáticas- muy maicero", aclara. Y ante el temor que hay entre los sectores consumidora de maíz, como avícola, la porcino, tambero y ganadero, señala: "Lo mejor para todos es que haya más maíz. Si hay más maíz no faltará para nadie y el precio será el valor justo que ponga el mercado y dejará de pasar como hasta ahora que un sector subsidia al otro. Acá todos tenemos que ganar. Nadie a costa del otro. Y si hay más maíz habrá precio competitivo para la industria", asegura pero no deja de reconocer que el tema "está haciendo chillar internamente a toda la cadena".



"Este año se sembrarán alrededor de 2,3 millones de hectáreas versus 3,4 millones en la campaña pasada. Estimamos que la producción caerá un 30% respecto a las 26,3 millones de toneladas producidas el ciclo anterior", dijo. "Lo que más nos preocupa a nosotros es que la cadena de maíz emplea a 400.000 personas. Cada 11 hectáreas sembradas con maíz hay un empleo. Es decir que la caída del área de siembra de este año implicará unos 100.000 puestos de trabajo menos", alertó.



"El maíz es el combustible de una industria que está dormida. El mundo ve al maíz como uno de los grandes productos. Todo es maíz. Desde la ropa que usas hasta lo que comes. Todos los productos son derivados del maíz. El maíz nos rodea. El mundo está girando hacia otro lado y si como país se quiere salir adelante va de la mano de la producción de maíz", concluyó Ivancich, alto directivo de uno de los acopios más importantes y tradicionales del país (Jakas, Kokic, Ivancich), que ahora está incursionando con fuertes inversiones en la industria semillera.