En la economía de agronegocios se analizan las herramientas para tratar la incertidumbre y las estrategias a instrumentar. LA VOZ
La economía de agronegocios aborda el estudio de la estructura del sector agropecuario, y de los mecanismos que operan en la formación de los precios, brinda las herramientas para el tratamiento de la incertidumbre y las posibles estrategias a instrumentar, y las formas de afrontar esencialmente el riesgo precio mediante el estudio de los mercados de futuros y opciones y las estrategias asociadas. Para lograr esto resulta necesario contar con un directivo eficiente que sostenga y desarrolle el negocio.
El papel del directivo es administrar de la manera más eficiente los recursos escasos con que cuenta. Esta responsabilidad está íntimamente ligada con el concepto de la economía. Pero el principal problema con el que se encuentra es la falta de información, por lo que deberá tomar sus decisiones en función de la relativa información con la que cuenta, lo que lo obliga a elegir dentro de las alternativas que conoce, y no de todo el abanico posible.
En el sector agropecuario la información cumple un papel sumamente relevante, por cuanto se trabaja con seres vivos, y hay numerosos factores que influyen en precios y producción. Por tal razón es que para buscar la mayor rentabilidad del negocio, lo primero que se debe conocer es la estructura de la actividad, reconociendo el papel que cumple cada uno de los actores que participan en él; conocer los factores que influyen en sus costos y el mecanismo de formación de precios en cada etapa de la cadena productiva. De esta manera, se conoce acerca de la distribución del valor agregado de la actividad por subsectores.
En función del conocimiento que se tenga acerca de la estructura y el dinamismo de todo el sector, se podrá comprender cómo un cambio en algún subsector impacta en el resto de la cadena, resultando necesario tomar decisiones en consecuencia para mantener el negocio rentable.
En este último aspecto, y dada la imperfecta información, el directivo deberá establecer estrategias que hagan mínimo el riesgo de las fluctuaciones en los precios, como acudir al mercado de futuros y opciones, y estrategias derivadas de la negociación que muchas veces se dan en forma de subastas, para obtener el mejor precio posible y en lo que se interactúa de alguna manera con los demás participantes de las mismas.
En la actualidad es impensable actuar sólo por el instinto, ya que se poseen las herramientas necesarias para establecer estrategias y de esa manera sostener y hacer crecer el negocio, a pesar de las falencias de la información y de la volatilidad de los mercados agropecuarios.