08/09/2015

Inversiones agroindustriales perdidas en Córdoba: el gobierno dice entre poco y nada

AGROVERDAD

Practicadamente nada se ha dicho desde el ámbito oficial acerca de la decisión de Syngenta de no realizar una inversión en Córdoba. Este fin de semana, en la Exposición Rural de Río Cuarto, el Gobernador José Manuel de la Sota sólo manifestó que “algunas presiones totalmente injustificadas, desde el punto de vista de la concepción ambiental, pretenden hacernos creer que todo perjudica el ambiente”. Y nada más.

Desde Monsanto –empresa que tiene paralizada la obra de una planta en Malvinas Argentinas-, se señaló que el predio sigue bloqueado por un grupo de supuestos ambientalistas y que “lo preocupante no es el accionar de estos violentos” sino “la inacción y la falta de reacción de los distintos actores que tienen que reaccionar, desde la autoridad pública política que no ha tomado ninguna acción”.

Con lo cual se entiende la determinación de Syngenta para, como sugirió el Presidente de Latinoamérica Sur de la compañía, Antonio Aracre, en declaraciones a Agroverdad, prefirieron evitarse eventuales problemas con el proyecto de una planta de procesamiento de semillas se maíz –parecida a la de Monsanto- anunciado a la Presidente Cristina Fernández y al Gobernador de la Sota en 2012 y destinar los recursos a otra inversión de “sustitución de importaciones” de agroquímicos, que se llevará a la provincia de Buenos Aires, gobernada por el kirchnerista Daniel Scioli. Posee una planta igual a la que pensaba radicar en la zona de Villa María, en la provincia de Santa Fe, gobernada en los últimos años por socialistas. Es un dato al menos curioso: allá –Buenos Aires o Santa Fe- no habido problemas como en Córdoba.

El diario la Voz del Interior, en su edición de hoy, publica una nota con declaraciones de un vocero de Monsanto, en el que reparte críticas a las autoridades de gobierno y a la Universidad Nacional de Córdoba.

Repasamos esa publicación.

Días después de que Syngenta Argentina diese por caída la inversión para la construcción de una planta de semillas en Villa María, la multinacional Monsanto ratificó su intención de proseguir con su propio proyecto en Malvinas Argentinas.
No obstante, uno de sus más altos ejecutivos en el país deslizó duras críticas por la “inacción” de la “autoridad pública política” y por la actitud del rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Francisco Tamarit, al negar el debate científico que impulsaba la Facultad de Ciencias Agropecuarias sobre la radicación.
“Nos tomó por sorpresa (la comunicación de Syngenta). La diferencia con nuestro caso es que sí iniciamos la inversión: tenemos 50 millones de dólares enterrados en Malvinas, prácticamente completa casi toda la obra civil”, señaló a La Voz del Interior Fernando Giannoni, director de Asuntos Corporativos de Monsanto.

Cambio de rumbo
Syngenta renunció al proyecto porque, según su presidente para Latinoamérica Sur, Antonio Aracre, a la luz de la experiencia de Monsanto en Malvinas –donde la construcción está paralizada por decisión judicial, con bloqueo de los ingresos
por parte de ambientalistas– “no era el mejor momento para abrir un foco de conflicto”.
Además de este motivo, Giannoni consideró que la abrupta reducción del área sembrada con maíz (menos de tres millones de hectáreas proyectadas en 2015/2016) también puede haber incidido en el cambio del destino de los fondos de la multinacional suiza. “Todos quienes nos ocupamos del negocio del maíz estamos muy preocupados; sería la peor campaña de los últimos 100 años”, describió el ejecutivo de Monsanto.

Sigue el bloqueo
Pero Giannoni dijo compartir la preocupación de Syngenta por la evolución del conflicto con quienes “acampan” frente al predio. “Al día de hoy, la planta continúa ilegalmente bloqueada. No podemos tener acceso ni siquiera para cortar el pasto. Tenemos decisiones judiciales a favor que nos permiten ingresar, pero no se hacen efectivas”, apuntó.
El ejecutivo denunció que el personal de seguridad que cuida el predio de Malvinas Argentinas, fue objeto de agresiones. “Días atrás, (los activistas) ponían materia fecal en los puntos de acceso. Agreden a la gente de Malvinas, que ya tiene bastante temor”, narró.
Pero, para el directivo de Monsanto, “lo preocupante no es el accionar de estos violentos” sino “la inacción y la falta de reacción de los distintos actores que tienen que reaccionar, desde la autoridad pública política que no ha tomado ninguna acción”, expresó.
(…)
Comunidad científica
También apuntó a la “comunidad científica” y en particular al rector de la Universidad Nacional de Córdoba, Francisco Tamarit, por su decisión de deslegitimar el acuerdo entre la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Monsanto para estudiar el impacto de la radicación.
En esa línea, Giannoni criticó “el destrato que ha recibido el decano de la citada facultad, Marcelo Conrero, por parte de otros decanos y el rector de la Universidad”. También recordó que a esa casa de altos estudios “han ido científicos a exponer, que han sido escrachados, amenazados de muerte”, en alusión al español José Miguel Mulet, investigador y difusor de la biotecnología, cuya conferencia debió ser suspendida.
Como contrapartida, el principal vocero de la multinacional en el país destacó la predisposición en el ámbito judicial. “La Justicia es la que más se ha movido; tenemos decisiones judiciales a favor, estamos esperando decisiones del Tribunal Superior”, recordó. Esas decisiones estarían vinculadas con el levantamiento de la suspensión para la construcción.

Estudio ambiental
Adelantó también que antes de fin de año estaría terminado un nuevo estudio de impacto ambiental, complementado con un trabajo sobre la salud en Rojas, donde funciona la planta semillera de Monsanto más grande de Latinoamérica. “Hay terceros independientes, de reputación académica intachable. El estudio es impecable”, sostuvo Giannoni.
Pero el ejecutivo dudó de que en el actual contexto “donde 30 violentos están haciendo perder 800 empleos con Syngenta y otros 800 con Monsanto”, pueda llevarse a cabo una audiencia pública para tratar ese estudio. “Imagínese que fue a hablar (a la Universidad) un científico español y lo amenazan de muerte y lo escracharon, no lo dejaron hablar; si yo tengo que ir a una audiencia pública, me van a linchar”, expuso.

Syngenta en Villa María
Descargo municipal. José Carignano, jefe de gabinete de la Municipalidad de Villa María dijo que desde la compañía Syngenta “nunca confirmaron ni formalizaron” la intención de localizar allí una planta semillera. “Nos enteramos por los medios que desistieron de algo que no habían confirmado”, explicó Carignano al ser consultado por El Diario de Villa María.
Conversaciones. El funcionario reveló que en 2014 hubo “algunas conversaciones con gente de la empresa. Ellos querían interiorizarse sobre la posibilidad de instalarse en Villa María”. Los encuentros fueron “dos o tres” en el ámbito del Ente para del Desarrollo Productivo encabezados por Otto Wester, informó Carignano.
Acompañamiento. “Nosotros ofrecimos realizar un acompañamiento, ayudarlos en la localización, le hablamos del Parque Industrial, pero siempre y cuando presentaran un proyecto que teníamos que evaluar previamente, a los fines de saber si cumplían con las normativas legales y ambientales. Nunca lo hicieron”, señaló Carignano.