16/03/2018

Expoagro: El mundo se sorprende de las innovaciones del campo local

La siembra directa y los avances en tecnología son destacados por los visitantes extranjeros.  CLARÍN

Gran segunda jornada en Expoagro 2018. No solo porque se consolidó el clima de negocios que se había insinuado el martes, sino por la densidad de eventos que lo jalonaron.
Desde el punto de vista institucional, sin duda la presencia de una delegación de 150 funcionarios del área agrícola del G20 fue el hecho determinante. Visitaron el stand del ministerio de Agroindustria, donde fueron recibidos por el jefe de gabinete Santiago Del Solar, un conocedor de las tecnologías que permitieron la fenomenal expansión de la producción agrícola argentina en las últimas décadas.
Fue una buena ocasión para mostrar a los representantes agrícolas de los países más desarrollados, las características de la forma de producir alimentos en la Argentina. Los visitantes exhibieron enorme interés en conocer estas prácticas, que se caracterizan –según les explicó Del Solar—por la sustentabilidad, el control de la erosión y la eficiencia en el uso de los recursos.
La agricultura argentina evolucionó desde sistemas similares a los que se utilizaban en el mundo desarrollado, hacia un nuevo modelo basado en la idea de sustituir el laboreo de los suelos (origen de la erosión y muy costoso en términos energéticos) con la “siembra directa”. En lugar de los clásicos arados y otros instrumentos que se siguen usando en todo el mundo para preparar las camas de siembra, en la Argentina se usan máquinas que implantan el cultivo en una sola pasada. Se siembra bajo la cubierta de residuos del cultivo anterior, para lo cual fue necesario desarrollar sembradoras especiales. Se ahorra un 70% de combustible (lo que significa una reducción de emisiones de dióxido de carbono), aumenta el tenor de materia orgánica de los suelos y se logra una mejor retención de humedad.
Desde hace años, las sembradoras de siembra directa cubren un alto porcentaje de la superficie de Expoagro. Decenas de fabricantes pelean un mercado fuertemente competitivo, donde es obligatorio generar ventajas todos los años. Ayer mismo uno de los tradicionales innovadores en el rubro, el fabricante de Carmen de Areco Victor Juri, presentó una novedad que según el ingeniero Mario Bragacchini, el principal experto del INTA en maquinaria agrícola, es de orden mundial. Se trata de un tanque “nodriza” que permite duplicar la autonomía de la sembradora, reduciendo los tiempos muertos en la recarga de semillas.
La siembra directa va a acompañada por el control químico de malezas. En la Argentina se desarrollaron máquinas pulverizadoras automotrices de enorme capacidad de trabajo. Le compiten a las marcas más afamadas del mundo. La última gran innovación, los barrales de fibra de carbono desarrollados en el país, aparecieron prácticamente en todas las máquinas de fabricación nacional. Hace pocos días John Deere (que ayer aprovechó la muestra para celebrar sus 60 años en el país) adquirió la empresa que las produce, subrayando el camino de la innovación que brotó en estas pampas.
En la misma idea de una agricultura más liviana y eficiente, apareció también el aluminio en la mecanización agrícola. Así aparece la plataforma recolectora de maíz de la empresa Allochis, exhibida nada menos que en el stand de la alemana Claas. El aluminio, al igual que el carbono, permiten aumentar el ancho de labor sin someter a las cosechadoras a esfuerzos para las que no fueron diseñadas. Claas también exporta un recolector de girasol desarrollado por la filial argentina. El mercado es el este europeo, donde reina el girasol. Manda 300 por año, fabricados en su planta de Ameghino (provincia de Buenos Aires). La empresa emplea 280 trabajadores.
La otra gran innovación argentina, en la misma línea de una “agricultura más liviana”, es el silobolsa. La agregada agrícola de la Embajada de España, Amparo Sánchez-Algaba afirmó en Expoagro que "la maquinaria con la silobolsa para llenarlos y vaciarlas también me pareció muy interesante”.
Bueno, botones de muestra de lo que explica por qué el campo –a pesar de tantos esfuerzos en contrario-- permitió que la Argentina se convirtiera en un país viable.