Además de exigir alimentos sanos y seguros mediante el cumplimiento de rigurosas reglamentaciones de calidad, higiene e inocuidad, el comercio internacional alimentario ahora también pone énfasis en la verificación de medidas de Responsabilidad Social Empresaria (RSE). Beatriz Ackermann. LA VOZ
Además de exigir alimentos sanos y seguros mediante el cumplimiento de rigurosas reglamentaciones de calidad, higiene e inocuidad, el comercio internacional alimentario ahora también pone énfasis en la verificación de medidas de Responsabilidad Social Empresaria (RSE).
En el sector manisero actualmente se certifica BRC (British Retail Consortium), una norma de máxima performance sanitaria, que incluye la obligatoriedad de adherir al ETI –Ethical Trading Initiative– un código internacional que consagra principios de ética comercial y RSE. En este marco se inscriben ciertas exigencias básicas: protección de los trabajadores, lucha contra el trabajo infantil, contribución al bienestar de la comunidad y cuidado del medio ambiente.
El fuerte compromiso del sector en esta materia ha quedado demostrado en numerosas auditorías de organismos públicos y privados, tanto nacionales como extranjeros. Desde la Cámara Argentina del Maní se promueve la política de “despapelización” en los procesos administrativos y la preservación de los bosques nativos, así como la necesidad de impulsar el concepto de sustentabilidad real, basada en el equilibrio de las metas comerciales, ambientales y sociales, y en desterrar la visión de la mera utilidad económica como fin empresario. La más reciente acción de la CAM es la donación mensual de mercadería al Banco de Alimentos de Córdoba.