La ubicación de las plantas de etanol beneficia a productores de maíz del sur cordobés

RIO CUARTO, Córdoba (De un enviado especial).- La radicación de plantas transformadoras de maíz en etanol tendrá un fuerte impacto positivo en el sur de Córdoba, opinaron los protagonistas de estos nuevos emprendimientos.

Haroldo Dahn, presidente de Agroctanos, dijo que se puede advertir que la localización de la planta (en La Carlota) tiene ventajas estratégicas. "Para el maíz, porque está dentro de la principal zona maicera del país, con fácil acceso de rutas y caminos; para el bioetanol, porque tiene una ubicación conveniente respecto de las refinerías, y para el residuo del maíz (grano de destilación seca -DDGS, por sus siglas en inglés-), porque se utiliza en los feedlots locales, tambos, criaderos de cerdos y de aves y plantas de alimentos balanceados."

Según Dahn, se montó un sistema tal que permita primero, en forma macro, la industrialización de la producción maicera de Córdoba, y segundo, la posibilidad de que los productores locales se sumen al proyecto como accionistas, como proveedores de maíz y como clientes de subproductos.

En cuanto a las ventajas para los productores locales, Eduardo Pasman, director de Agroctanos, dijo que "tener alguien que le compre el maíz a 30, 40, 50 o 100 kilómetros de donde lo produce es sumamente atractivo; hay ventajas de logística y de fletes".

Agregó Pasman que estas plantas de producción de etanol pasan a transformarse en compradores de maíz que antes no existían. "El precio lo regula el mercado y se toma de la pizarra de la Bolsa de Comercio de Rosario", agregó.

En su opinión, "esta industria dará movimiento al flete local, a las labores locales, a los talleres, va a generar mano de obra que hoy no existe".

Por su parte, el presidente de BIO IV, Manuel Ron, sostuvo que la empresa cuenta con el apoyo de la comunidad y de la Universidad de Río Cuarto. "Es una comunidad agropecuaria, que vive del campo; esto [la radicación de plantas productoras de etanol] multiplica el valor de la producción agropecuaria en la zona y les da trabajo a los profesionales de la Universidad. Nosotros ya trabajamos con la cátedra de Ingeniería", sostuvo.

Ampliar el cupo

Entusiasmado, el directivo vaticinó que si el proceso y todo lo que tienen planeado se cumple van a producir más que el cupo. "Por ese motivo hemos pedido una ampliación del cupo de 14 millones de litros y creemos que la producción va a ser todavía un poco mayor", sostuvo Ron.

En cuanto a motivaciones e incentivos, Miguel Phagouape, gerente de planta de BIO IV, dijo que actualmente hay un faltante de alcohol para las naftas. "La ley [de biocombustibles 26.903] dice que el corte de las naftas se debe efectuar con un 5 por ciento de etanol, y actualmente no se llega al 3 por ciento", dijo el ejecutivo.

Agregó el gerente de planta que en la medida en que haya una mayor producción de etanol la Secretaría de Energía de la Nación podría elevar el corte progresivamente del 5 al 7 por ciento, y del 7 al 10 por ciento.

Al respecto, el socio Esteban Oldano estimó que el Gobierno puede subir "tranquilamente" el corte hasta el 20 por ciento, porque esa suma "no es significativa" para las exportaciones. "En Brasil hoy el corte es de hasta el 24 por ciento", añadió.

Alimentos y ambiente

Frente a las controversias que han rodeado a esta industria, como por ejemplo de ser responsable de la crisis de alimento a nivel mundial, Ron justificó que "para abastecer el cupo otorgado de 50 millones de litros de bioetanol al año se necesitarán 140.000 toneladas de maíz, lo que representa sólo el 2% del maíz cosechado en el país [28 millones de toneladas] y un 1% del grano exportable".

Por su parte, la socia Mercedes Vázquez acotó que "además, lo que queda de los granos destilados vuelve a ingresar en el mercado de alimento de animales".

También descartan que existan riesgos ambientales. Según el socio Federico Cola, se trata de "una planta limpia, no tiene efluentes, incluso hay un proyecto para capturar anhídrido carbónico que sale de la planta", explicó.

De la misma manera, el proyecto en Agroctanos está diseñado para el desarrollo una industria limpia. Así los exlplicó Haroldo Dahn: "Todo lo que produce, incluso sus subproductos, tiene valor comercial, con lo cual es absolutamente un pecado tener efluentes. El único efluente que puede haber es vapor de agua; pero no utilizamos químicos de ningún tipo. Es una industria extremadamente limpia".