Brasil tendrá este año una zafra récord de 185 millones de toneladas de granos, que representan un ingreso de 145.000 millones de dólares. La información, anticipada el fin de semana por la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) fue reconfirmada ayer por la presidenta Dilma Rousseff. CLARÍN

De acuerdo con el Ministerio de Agricultura brasileño, la cifra representa un aumento de 16,3% en relación al resultado del año pasado. La evolución fue empujada, especialmente, por la soja, que desde hace años es el grano con mayor peso relativo dentro de la producción agrícola brasileña, seguido por la caña y por el maíz.

Según Dilma, el aumento de la producción “no se debió solo al suelo y al clima”. También influyeron medidas como la ampliación de los créditos a los productores, la reducción del costo de financiación y las inversiones realizadas en investigación y desarrollo. De acuerdo con la presidenta, el gobierno brasileño puso a disposición de los productores 57.000 millones de dólares para esta cosecha. Y otros 9.000 millones adicionales fueron destinados a financiar la agricultura familiar.

Con este caudal crediticio, las empresas agrícolas utilizaron cerca de 7.000 millones de dólares para invertir en la modernización y equipamiento de la explotación agraria. Esto representó un aumento de 24% en las facilidades dadas al campo. Dilma subrayó que liberó US$ 3.000 millones para sistemas de riesgo.

Eleonora Gosman, corresponsal