03/12/2013

Soja: cómo capturar diferencial del precio

AMBITO FINANCIERO

Los productores que en vez de conservar la soja hasta mayo de 2014 la vendieran en el disponible obtendrían una tasa financiera superior al 35%, sostiene una nota realizada por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral. Claro que advierte que el problema es cómo hacer para que esos pesos no pierdan valor ante la inflación.

Observando los precios de la soja disponible y la de cosecha nueva, vemos que hay una diferencia que supera los u$s 40 por tonelada, es decir, un 12% en un lapso de cuatro meses. Esto equivaldría a una tasa financiera superior al 35% anual en dólares para quien en vez de conservar la soja hasta mayo 2014 la vendiera en el disponible. Con esto en mente parece un contrasentido que haya 9 millones de toneladas de soja sin vender. Analizaremos a continuación por qué ocurre esto y cómo podríamos hacer para capturar ese diferencial sin resignar las ventajas que observa quien retiene soja física.

Es importante mencionar que si pensáramos que ese productor quedara con pesos líquidos sin poder aplicarlos, terminaría "empatando" con la inflación prevista y la devaluación del peso. Ésa es la explicación de por qué no hay más productores vendiendo en el disponible.

Sin embargo, sabemos que los meses de diciembre a marzo son muy duros para el sector. Es necesario efectuar gastos. En caso de retener la soja, habría que enfrentarlos con financiamiento, el cual tiene hoy un costo elevado (aunque menor que la inflación esperada) o bien vender otro producto (llámese trigo o novillos en caso de los productores mixtos), lo cual también tiene un costo de oportunidad, ya que ambos bienes tienen hacia adelante chances claras de subir de precio.

Inflación

Por otro lado, hay posibilidades de colocación de dinero con tasas, que si bien no alcanzan a la inflación, hacen que el diferencial termine siendo positivo. Supongamos que se gana un 35% por vender soja disponible en vez de a cosecha, hay un costo implícito del 30% por devaluación, pero del mismo 20% se recupera por medio de un depósito a plazo fijo, se terminaría con un efecto positivo de casi un 20%.

Por otro lado, el productor que está en el negocio tendrá que vender para afrontar gastos. Si pensamos que no lo hace en diciembre, sabemos que en mayo, cuando se junte con la soja nueva, deberá vender una proporción más o menos relevante de ésta. En ese sentido, podría reemplazar la venta de soja nueva con soja vieja, y ganar la tasa que comentamos antes. Esto sería tan sencillo como vender soja disponible a u$s 340 la tonelada y no vender soja mayo a u$s 300, que se retendría para más adelante. A eso habría que sumarle el ahorro de intereses por no endeudarse de diciembre a mayo, o bien la rentabilidad que genere la colocación de los u$s 340 tonelada entre diciembre y mayo.

De todas formas, con esa decisión se estaría vendiendo al nivel actual de precios. Si bien éste no es malo, teniendo en cuenta que uno de los puntos que llevan al productor a retener la concepción de que la soja "siempre sube", sería posible por medio del Mercado a Término capturar el pase de 40 u$s/t, o sea, el 35% anual en dólares, sin cerrar el precio.

Lo que se haría sería lo siguiente:

Venta de soja disponible a 340 u$s/t

Compra de soja mayo a 300 u$s/t

Esta estrategia generaría el cobro anticipado de los 340 u$s/t, pero en pesos al tipo de cambio del Banco Nación. Dado que se asume con el Mercado a Término el compromiso de pagar en mayo los 300 u$s/t por la mercadería nueva, habría que convertir esos pesos a dólares para pagar la compra de soja futura. Una buena forma de hacerlo sería anticipar la compra de insumos que coticen en dólares. Otra sería recurrir a instrumentos atados a la cotización del dólar oficial (dólar linked).

Finalmente debemos mencionar que la razón de fondo por la cual todos los años pasa gran cantidad de grano de una campaña a la otra es el desconocimiento del uso de las herramientas que brinda el Mercado a Término o, en su defecto, la poca práctica en el uso de estas herramientas de parte del productor.