21/05/2012

Sin margen para más sopresas

 Mercado de granos. El contexto político y financiero afectó los mercados. Por Daniel Miró | Presidente de Nóvitas SA. LA NACION.

El agravamiento del contexto financiero europeo derivado del acontecer político (problemas en la formación del gobierno griego, ajuste español e incertidumbre francesa mediante) le cambió la cara al mercado de commodities en las últimas dos semanas. En el caso de los granos y, en particular de la soja, el desarme de posiciones excesivamente sobrecompradas por parte de los fondos especulativos, hizo mella en los valores.

Poca atención parecen haberles dado los operadores a los datos de una realidad que es cada vez más restrictiva para la oleaginosa en materia de oferta. Hace sólo un mes la plaza visualizaba que el cierre de la campaña sojera 2011/12 en América del Sur rondaba los 116 millones de toneladas (66 para Brasil; 43/44 para la Argentina; Paraguay 4 y alrededor de 3 más para otros), un muy mal resultado claramente alejado de la 138/140 millones esperadas originalmente.

Pero el devenir real de los hechos es aún peor, ya que hoy debatimos 113 millones de toneladas (menos de 65 en Brasil, 41/41,5 en la Argentina, Paraguay menos de 4 y 3 en otros países) volumen que ya compromete severamente la operatoria de la industria aceitera, tanto brasileña como argentina, y cuyas verdaderas derivaciones recién van a poder comprenderse en toda su magnitud en el último trimestre del presente año.

Tampoco parece el mercado haberles prestado demasiada atención a los vitales números anunciados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) el pasado 10 de mayo respecto de lo que puede ser la campaña mundial 2012/13. Cierto es que el organismo ofreció un panorama muy halagüeño en materia de futura oferta para el maíz, tanto en los Estados Unidos como a nivel mundial, siendo que -al mismo tiempo- la realidad triguera global no ofrece mayores desafíos.

Pero el cuadro presentado para la futura oferta sojera en los Estados Unidos es cuanto menos preocupante y lejos está de ofrecerle alivio a una plaza que ya está severamente comprometida.

Cierto es que una relación de precios soja noviembre/maíz diciembre en el orden de 2,4 veces, supone que los farmers norteamericanos están volcando más tierra a la oleaginosa de la que el USDA ha anticipado. Más allá de este factor atenuante (mayores siembras aún no concluidas) todo va a depender después del clima y los rendimientos que se alcancen. Si los Estados Unidos en esta campaña 2012/13 no logran un récord de producción que supere las 90 millones de toneladas en soja, la limitante de oferta seguirá siendo el factor crítico del mercado. Para lograr ese resultado es vital que haya más soja sembrada. Las posibilidades existen porque gracias a la buena marcha del trigo de invierno en el país del Norte, una mayor implantación de cultivos de segunda es posible. Recién para mediados o fines de junio sabremos si ello se vuelve o no realidad.

Hasta entonces la incertidumbre define al escenario, lo cual significa que los fondos volverán a ejercer presión alcista sobre las cotizaciones no bien el contexto financiero internacional se lo permita. Por el lado de la demanda real, el buen acompañamiento de los compradores chinos a un mercado que superó los 550 dólares por tonelada en Chicago demuestra que el consumo mantiene su dinamismo.

Así como el maíz necesita una gran cosecha mundial para resolver su predominante escasez, la soja necesita de una enorme producción en los Estados Unidos para que la plaza pueda transitar los muchos meses que faltan hasta que América del Sur pueda proveer al mundo de una gran cosecha. Por eso decimos que el mercado de la soja no tiene margen para más sorpresas.

A nivel local, el desánimo de los productores respecto de la siembra de trigo es cada vez más evidente. La creciente complejidad de la situación económica y fiscal invita a elegir alternativas oleaginosas tanto de invierno como de verano. Cuidar cada peso invertido y no gastar más de la cuenta es la consigna del año.