Regalías por la nueva soja Intacta RR2. PUNTO BIZ.


Monsanto empezó a cobrar en abril en puertos y acopios un canon por la soja Intacta RR2 cosechada en el norte, una forma de pago “sui generes” heredera de la falta de protección legal (patentes y regalías) a los obtentores de avances de biotecnología en las semillas. Esta semana habrá nueva reuniones en la Secretaría de Agricultura para tratar de alcanzar entendimientos con los actores que se oponen al sistema (productores de FAA y la Rural que denuncian que se afectan sus derechos y acopiadores que reclaman cobrar por los servicios que prestarán a Monsanto para que pueda cobrar). Y mientras cada empresa exportadora ajusta sus papeles para incluir la cláusula del canon en sus contratos de compra venta de soja nueva, como a nivel sectorial acordaron con la multinacional, Alfredo Paseyro, presidente de la Asociación Argentina de Semillas, habla sobre este tema en Base de Datos el programa de economía y negocios de Radio Meridiano (FM 107.1)


- ¿Qué expectativa tienen con este nuevo sistema?
-La industria semillera viene impulsando y pidiendo que todo reconocimiento de lo que es la propiedad intelectual de investigación y desarrollo vaya en las semillas fiscalizadas. Que haya un reconocimiento del usuario cada vez que se compra y se usa. Eso es un deseo para el futuro porque lamentablemente hoy tenemos una distorsión entre lo que es el uso propio y legal con el mercado ilegal y la bolsa blanca. Es más, llegamos a una situación en la que de 20M de hectáreas solo el 15% tiene semillas fiscalizadas. Ahora hay lanzamientos de nuevas tecnologías, como este caso de Monsanto, donde no hay un sistema para poder hacer este cobro del derecho intelectual, y por eso la empresa diseñó ese sistema de cobre que es complejo y engorroso.



- Hay productores que pagaron en forma anticipada al comprar la bolsa. ¿El problema son los que quedan sujetos a la evaluación que se haga en puerto o en los acopios?
-Claro, este sistema primero le da al productor la opción del pago en la semilla o después en distintos puntos ya sea en el acopio o en la exportación. Ahí aparece el debate porque en caso de que un productor informe que la partida remitida no tiene dicha tecnología,pero al analizarla el comprador detetcta el evento se lo descontará al productor del precio para transferírselo a Monsanto y ahí puede haber habido problemas, por ejemplo, en el almacenamiento. Es por eso que la alternativa por la que trabajamos es que haya mayor reconocimiento en las semillas y esto simplemente quede como un sistema de control donde le permite al dueño de la tecnología saber si alguien se le escapó. Hoy el mercado ilegal es la gran preocupación tanto del sector privado como del Estado, y hoy no tenemos un mecanismo para combatirlo.



-¿Qué expectativas hay con respecto a la nueva versión de la RR2, en cuanto a la multiplicación del rinde?
- Tenemos dos campañas en producción y vienen demostrando que es una tecnología que da respuesta a un problema como es el de los insectos en la soja. Hay una reducción en los costos de aplicación y también hay una mejora en los rindes, con lo cual el beneficio de la tecnología está demostrado. Ahora, como con todo, lo que está en discusión es cuanto quiere cobrar el que la vende y cuanto quiere pagar el que la compra, entonces es una cuestión de un producto más en un mercado como cualquier otro producto de la Argentina.