Los productores realizan pocas ventas ante el riesgo de no cosechar y por considerar que los precios son bajos. Lorena D’Angelo. LA VOZ


En la semana más corta para los mercados agrícolas, por los festejos de carnaval en Argentina y la conmemoración el lunes del Día del Presidente en los Estados Unidos, hubo pocos cambios en las cotizaciones.

Los precios futuros en Chicago comenzaron la semana el martes con variaciones sólo positivas para la soja y bajas para los cereales; mientras que el comportamiento cambió el miércoles con subas en todos los productos por contagio con los demás mercados y expectativas sobre la conferencia anual de perspectivas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda).

La operatoria en los pocos días de negocios estuvo marcada por las subas en los mercados financieros luego de que se aprobó un nuevo paquete de ayuda para Grecia por 130 mil millones de euros con una quita voluntaria del 53 por ciento de la deuda por parte de los acreedores privados.

La noticia tuvo un leve impacto en el mercado porque la percepción de los inversores es que Atenas seguirá con dificultades y no logrará la meta de reducción de déficit que se comprometió para acceder a la ayuda.

Los mercados inicialmente reaccionaron al alza pero con el correr de las jornadas se absorbieron las mejoras, aunque los mercados agrícolas encontraron fuerzas en algunas señales fundamentales propias.

Señales propias. La soja recuperó parte del terreno perdido por la suba del petróleo y la confirmación de nuevos negocios de la oleaginosa estadounidense a China.

Localmente hubo poca actividad en el mercado con la oleaginosa. Con los compradores pagando por la soja los mismos valores de la semana pasada, a la espera de que se concrete el empalme de cosecha que los lleve a conseguir mercadería a niveles de 307 dólares por tonelada en lugar de los 312 dólares (o 1.360 pesos) que se negocia actualmente en el físico.
La soja igualmente muestra valores firmes frente al contexto productivo que continua mostrando pérdidas respecto de las estimaciones iniciales.

La semana pasada, el mismo Ministerio de Agricultura de la Nación confirmaba la caída en las cosechas de soja y maíz que distintos participantes del mercado señalaban con anterioridad.

Así, la producción de soja se proyecta dentro de un rango de 43,5 a 45 millones de toneladas y la de maíz en un rango de 20,5 a 22 millones de toneladas, cifras que igualmente muchos consideran que son excesivas frente a la situación real en los campos.

El paso de los días en muchas zonas terminará de confirmar las pérdidas de rendimiento aun cuando en las últimas semanas las condiciones climáticas mejoraron con buen registro de lluvias que sólo ayudarían a los cultivos tardíos.

Mientras tanto, los productores continúan realizando pocos negocios ante el riesgo productivo de no obtener el grano y considerar que los precios son bajos para algunos productos que tendrán una menor oferta. En el caso del maíz, los precios ofrecidos por los compradores en el mercado reflejan un importante descuento sobre el FAS teórico, producto del escaso cupo exportable.