06/01/2012

Se quema la cosecha

El año ha comenzado con la peor de las situaciones, pues no tener producción con precios altos no es la mejor alternativa para el productor.  Andreani. LA VOZ

En estos momentos toda la comunidad agropecuaria está pendiente de un solo tema, el clima, las lluvias y su evolución de aquí a las próximas dos semanas. Y lo mismo está sucediendo en los estados del sur de Brasil, Paraná, Santa Catarina y Río Grande do Sul, que concentran más del 50 por ciento de la producción de soja y están sufriendo el mismo patrón de sequías que nuestro país. Otro tanto sucede en Paraguay, donde ya se dice que las pérdidas en los cultivos de soja superan el 40 por ciento; de no llover en pocos días más, la situación podría agravarse.

Vemos que el “Mercosur Fotosintético” (como dijera Enrique Seminario), principal polo productor de soja del mundo, está sufriendo nuevamente una de las peores sequías de los últimos tiempos. Tal vez se la pueda comparar con la sequía de la campaña 2008-09, pero en esta oportunidad el alcance de la misma es mucho más regional, afectando también a Paraguay y Brasil. El patrón climático en nuestro país se esta comportando de manera muy similar a lo que sucedió el año pasado, con la diferencia de que este año los meses de octubre y noviembre fueron más llovedores, pero también este año el mes de diciembre fue el más caluroso y el de temperaturas más altas de los últimos 5 años. Las mayores lluvias de primavera fueron compensadas en forma negativa por las excesivas temperaturas de diciembre, y por este motivo tal vez la situación de la actual campaña sea mucho peor en términos comparativos que la situación de la campaña anterior. Todo depende de lo que suceda de aquí a las próximas dos semanas.

Existen algunos pronósticos de lluvias para este fin de semana y, como todo pronóstico, hay que ver si se cumple o no. Hacen faltas lluvias en cantidad abundante y cobertura general, de nada sirven lluvias de 20 milímetros focalizadas. En definitiva, desde el punto de vista climático, “hace falta un milagro”, el mismo milagro que el año pasado, a mediados de enero, cortó una larga sequía y logró revertir y frenar las pérdidas. Pero, en ese momento, las lluvias fueron abundantes en cantidad y cobertura, y se extendieron hasta mediados de febrero. Ese mismo tipo de lluvias es el que se necesita ahora y no queda mucho tiempo para frenar las pérdidas ya ocurridas. De acuerdo al especialista Eduardo Sierra, por cada semana que no llueve se pierden 2 millones de toneladas de soja y otro tanto similar de maíz.

Efectos. La primera consecuencia de esta situación climática que va tornándose cada vez más grave es la inmediata reacción alcista en los precios de todos los commodities, principalmente soja y maíz. Los precios que estamos viendo hoy en el mercado, un maíz de 185 dólares la tonelada y una soja de 305 dólares la tonelada no serían posibles si no estuviéramos ante la actual sequía. Como mencionamos en informes anteriores, mientras no llueva los mercados seguirán firmes y esto es lo que está sucediendo en Chicago, principal referente de los precios internacionales. Pero, de nada sirven estos precios si los productores tendrán que afrontar fuertes pérdidas de producción o no pueden sembrar la soja de segunda. En algunas zonas de producción, la soja de segunda se puede reemplazar por maíz de segunda; si bien esto dependerá de las lluvias, pasa a ser una alternativa mas para el productor. En la campaña anterior el maíz de segunda y los maíces tardíos tuvieron un comportamiento de rindes sorprendentes, y en muchos casos mientras la soja de segunda sufría las consecuencias de la falta de lluvias, los maíces tardíos acusaron rendimientos muy por arriba de las previsiones.

Sin dudas que 2012 ha comenzado con la peor de las situaciones, pues no tener producción con precios altos no es la mejor alternativa para el productor.

Aun con pérdida de rendimientos, es probable que el resultado económico de la nueva cosecha gruesa no tendrá tanto efecto negativo si los precios vuelven a los de precampaña 2011, un maíz de 190 dólares la tonelada y una soja de 350 dólares. Pero esto sólo será posible si llueve.