A la menor cosecha sudamericana por el impacto de la sequía se suman el impulso exportador de los Estados Unidos y la devaluación del dólar como factores alcistas. JULIETA CAMANDONE - EL CRONISTA


El recorte de la estimación de la cosecha sudamericana volvió a impulsar los precios de la soja, que tocaron ayer su techo en más de tres años en Chicago.

La oleaginosa alcanzó los u$s 537 por tonelada en el mercado de referencia para la Argentina, alcanzando así su mayor valor en 43 meses.

El último registro superior al de ayer se había alcanzado el viernes 12 de septiembre de 2008, cuando la soja pegó un salto de más 100 dólares en un solo día, para ubicarse en u$s 547,4. De esta manera, desde que tocó un piso de u$s 404 a mediados de diciembre último, acumula una mejora de 33%.

La suba de ayer se replicó en el mercado local, donde se llegó a pagar $ 1.550 por la oleaginosa, para la posición mayo.
El último análisis de la consultora especializada Oil World, difundido en Alemania, recortó la proyección de cosecha de soja argentina en 1,5 millones de toneladas para dejarla en 42,5 millones, contra los casi 50 millones de toneladas producidas el año pasado.

Esta estimación es aún menor a la publicada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que mantiene los valores en 44 millones de toneladas, y a la de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), de poco más de 43 millones de toneladas.
La proyección de Oil World también rebaja las estimaciones del gobierno argentino, de una cosecha en torno de los 42,9 millones de toneladas.

Según Oil World, “la sequía en el norte de Argentina ha resultado ser la peor en al menos 50 años. El abandono de los campos de soja es grande y el rendimiento en las áreas afectadas ha disminuido en cerca del 50%”.

Las expectativas de precios en alza se mantienen en el mercado, cuando la Argentina lleva cosechados el 40% de los campos sojeros.

Las estimaciones nacionales podrían empeorar si las heladas tempranas impactan en la soja que aún está creciendo. El ingreso de una masa de aire inusualmente frío y seco “podría golpear la etapa final de buena parte de la soja de segunda”, indicó el analista Manuel Alvarado Ledesma.

El mercado descuenta, además, que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, en inglés) recortará en mayo sus proyecciones de cosecha de la región.

Debido a la falta de agua, no sólo la cosecha argentina, sino también del resto de Sudamérica, se vio afectada en sus rendimientos. En el caso de Brasil, las proyecciones ya se recortaron en 10 millones de toneladas respecto de las que existían a principios de la siembra. Según Alvarado Ledesma, la baja en la producción es tal que “el vecino país podría llegar a limitar sus ventas externas provenientes del complejo sojero”.

Junto con la menor oferta mundial, el especialista analiza que la devaluación del dólar es otro impulso para los precios. La divisa estadounidense se devaluó 5% en la última semana y esto “promueve la capacidad compradora por parte de los importadores de soja y de granos en general y de los subproductos correspondientes”, explicó.

En paralelo, la mayor demanda de soja estadounidense para exportación es otro motivo que impulsan el alza de los precios. EE.UU. es el primer exportador mundial de la oleaginosa.