Factores económicos, agronómicos y climáticos influyen en esta perspectiva, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. AGROVOZ

Redacción Agrovoz

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires publicó su informe de pre campaña de soja 2017/18 en el que ratificó su previsión de que la superficie sembrada caerá 5,7 por ciento, al pasar de 19,2 millones de hectáreas en la última campaña a 18,1 millones en la que está por comenzar.
Se trata de la menor área desde el ciclo 2010/11, de acuerdo a las estimaciones de la entidad porteña.
Factor económico
El primer factor que incide en esta pérdida de superficie para la oleaginosa se relaciona con su rentabilidad, menor a la que están ofreciendo los cereales: mientras su principal competidor, el maíz, no ha tenido variaciones significativas de un año a otro en su margen bruto promedio; mientras que la soja perdió entre siete y nueve por ciento en la región pampeana.
Lo único que equilibra la balanza es el inicio de la rebaja gradual de las retenciones, a un ritmo del 0,5 por ciento mensual, a partir de enero, que ya se está viendo en el precio futuro a cosecha de la oleaginosa.
Además, cabe recordar que se trata de un cultivo que requiere una menor inversión por hectárea. 
Factor agronómico
De todos modos, el principal viento de frente para la soja viene por el lado de las inundaciones.
La entidad estima que hay unas seis millones de hectáreas comprometidas por excesos hídricos, de las cuales un millón se destinan a agricultura, y precisamente esa es el área que se perdería de soja de un año a otro. 
El problema para la soja de primera es que inicia su ventana de siembra en septiembre y la perspectiva climática indica que los lotes con problemas de exceso de agua no modificarán esa condición hasta finales de noviembre. 
“Es sabido que el retraso en la fecha de siembra genera mermas sobre el rendimiento potencial del cultivo a cosecha. Si a esta reducción se añade la menor rentabilidad que presenta el cultivo en comparación al ciclo previo y a los márgenes arrojados por maíz durante este nuevo ciclo, es probable que, de recuperarse lotes a partir de diciembre en adelante, sean destinados a la siembra de este último cereal de verano”, indica la Bolsa.   
Factor climático
A lo anteriormente mencionado, se suma que las lluvias no parecen otorgar una tregua hasta fin de año. 
“Las perspectivas climáticas para los meses de octubre a diciembre indican que las áreas afectadas por anegamientos en el sur de Córdoba y Santa Fe, oeste de Buenos Aires y norte de la Pampa experimentarán precipitaciones locales superiores al promedio de la región pampeana, provocando nuevos excesos hídricos durante el momento de mayor actividad de siembra de la oleaginosa”, menciona el informe.