13/07/2018

Para la próxima siembra en Córdoba, el maíz arranca con ventaja

Un informe del Inta Marcos Juárez muestra al cereal como el de mejor margen económico en la zona núcleo de la provincia. AGROVOZ

Redacción Agrovoz

Mientras la precampaña de cultivos de granos gruesos comienza a orejear las primeras cartas, la foto que muestra sus protagonistas ubica al maíz como el de mayor perspectiva económica.
Según un informe elaborado por el Inta Marcos Juárez, el maíz presenta el mejor margen entre los cultivos de verano.
El cereal supera en un 32 por ciento al resultado de soja de primera, en un 178 por ciento al de sorgo granífero y en 156 por ciento al de girasol.
 

El informe muestra un comportamiento positivo en los resultados en pesos de todos los cultivos considerando iguales rendimientos promedio en los ciclos. Esto se debe a una leve mejora en los precios esperados en dólares: ocho por ciento en maíz y 17 por ciento en soja debido al esquema de baja de retenciones. A esto hay que agregar que entre junio de 2017 a junio pasado la depreciación del tipo de cambio fue 61,4  por ciento lo que mejoró en forma importante los márgenes. 

En campo propio
Los cálculos, realizados por el economista de la experimental Carlos Ghiga Daza tiene en cuenta el escenario productivo del sudeste de la provincia en siembra directa con nivel tecnológico medio y considerando el uso de maquinaria propia.
Para el cálculo, el estudio considera el rendimiento promedio de los cultivos en la zona entre las campañas 2008/09 y 2017/18, que en el caso del maíz son 92,60 quintales por hectárea; para la soja, 35,30 quintales; sorgo, 53,90 quintales; y girasol, 19,10 quintales.
 

Con la estructura de costos a junio, los rindes de indiferencia marcan magnitudes de 11,9 por ciento en el caso de la soja; 39,8 por ciento en el caso del maíz; 29,8 por ciento en el sorgo y 7,6 por ciento en el girasol.
Considerando el rinde de indiferencia que cubre los costos efectivos de implantación y protección del productor propietario el maíz también muestra resultados competitivos ya que la productividad requerida es el 43 por ciento de la media zonal.
También la soja presenta eficiencia con un rinde de indiferencia del 34 por ciento respecto del promedio de la zona. A su vez, en sorgo el rinde requerido es del 55 por ciento del valor modal y en girasol del 40 por ciento.
El aspecto financiero, medido por el retorno por peso gastado, mantiene la mayor eficiencia en soja pero con valores más cercanos y aceptables de maíz y girasol.

¿Y con alquiler?
Si se tiene en cuenta la importancia de la producción con la modalidad de alquiler, en sistemas donde se pagan arrendamientos de entre 14 y 22 quintales, los rindes de indiferencia, en el promedio, tanto en maíz como en soja bajan un 10 por ciento respecto al ciclo pasado, esto implica un menor riesgo asociado a la producción en tierra alquilada. 
 

De esta forma en el caso de maíz se requiere, pagando un alquiler de soja de 18 quintales por hectárea de un rinde de indiferencia que es 27 % menor al promedio de productividad zonal mientras que en soja de primera se necesita un valor más alto, por lo menos una productividad 20 por ciento menor al promedio para pagar todos los costos incluyendo el alquiler”. 
De este modo se muestra más segura la elección de maíz, desde el punto de vista económico pero no financiero, en el caso de alquilar.
“En la situación de precio esperado del maíz (4.398 pesos por tonelada) y con rendimiento promedio zonal (92,60 quintales por hectárea) el arrendatario, pagando 18 quintales por hectárea de soja, obtendría un margen positivo de 9.116 pesos por hectárea que es positivo y más del doble del margen que se obtenía en el ciclo anterior”, precisa el informe de Ghida Daza.