El Gobierno oficializó ayer la creación del fideicomiso por el cual se devolverán a los productores, hacia el final de la cosecha, las retenciones a las exportaciones de trigo y derivados. EL CRONISTA

La creación del fideicomiso se realizó a través de decreto 516, que firmó la presidenta Cristina Fernández en acuerdo general de ministros y que fue publicado ayer en el Boletín Oficial. En los considerandos del decreto se sostiene la necesidad de incentivar la siembra del cereal, ante la caída registrada en el ciclo anterior, que fue el peor en los últimos 111 años.

La medida, cuestionada desde el gremialismo rural por extemporánea e insuficiente, “tiende a mejorar la rentabilidad de los productores para fomentar la siembra de trigo, sin afectar los precios internos”, se indicó en el decreto.

Se expuso que el fideicomiso será administrado por Nación Fideicomisos, tendrá vigencia hasta 2015, pudiendo prorrogarse un año más, y que tendrá un consejo de fiscalización, conformado por 3 representantes de los agroexportadores de CIARA-CEC; dos de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA); 2 de Agricultores Federados (AFA); dos de la Cámara de Productores y Exportadora de Cereales y Oleaginosas (Capeco) –cercana al Gobierno– y 1 representante de la industria molinera.

El fideicomiso se nutrirá de los fondos que surjan de los derechos de exportación (23% para el grano y 13% para la harina) obtenidos por la venta al mundo del cereal y sus derivados. Ese dinero, a fin de cosecha, se reintegrará a los productores en forma proporcional a la producción declarada por cada uno ante la Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno (Ucesci), que reemplazó a la ex Oncca.

La medida fue cuestionada desde los sectores productivos, sobre todo por entender que el impacto real recién se podría sentir en la campaña 2014/15, y no en la actual donde la decisión de siembra ya está tomada y la mayoría de los analistas la ubica incluso por debajo del área destinada al trigo el pasado año.