Equilibrio entre fundamentos alcistas y bajistas. Por Enrique Erize | Para LA NACION
El hecho de que los farmers estadounidenses ya hayan terminado de sembrar una superficie de maíz que prometería alcanzar una producción récord alivia tensiones en la plaza del forrajero en Chicago. Pero el aumento en el área maicera se ha podido verificar, según el USDA, a costa de una peligrosa reducción en la superficie destinada a la soja. Y esta última circunstancia se estaría dando en simultáneo con una cosecha sudamericana de la oleaginosa que se achica semana a semana. Así, los números no cierran.
Frente a una demanda relativamente inelástica (liderada por China), el balance de oferta y demanda de soja del ciclo 2011/12 se torna extremadamente ajustado y podría afirmarse que la plaza sojera está en "terapia intensiva" y con pronóstico reservado. Ahora bien, ¿qué valor se corresponde en Chicago con esta última afirmación? La respuesta es complicada. Hace 10 meses la soja alcanzó los US$ 530 por tonelada. Luego cayó a 400 (noviembre), para escalar nuevamente a 550 un mes atrás. Hoy, se ubica en el orden de los US$ 500.
Se podría afirmar que el valor actual es más justificado que el vigente 10 meses atrás y que, además, es excelente y suficientemente atractivo como para que Sudamérica se despache en 2013 con una cosecha super récord (clima favorable mediante). Pero también es necesario puntualizar que los fondos de inversión especulativos tradicionales exhiben hoy en Chicago una posición "sobrecomprada" jamás vista en la historia.
En consecuencia, ¿cuál es el componente especulativo en los actuales niveles de precios? Como puede apreciarse, el análisis no es sencillo. Imaginemos escenarios. Se complica la situación en la zona euro (los fondos deben liquidar para cubrir pérdidas) y la cosecha estadounidense avanza en forma muy satisfactoria. Si así fuera, y sin el maíz actuando como sostén, la soja podría derrapar US$ 80 por tonelada. Si, por el contrario, la UE logra evitar la crisis (los fondos no se van) y los cultivos de soja en EE.UU. enfrentan contratiempos, podríamos desembocar en una soja Chicago en los US$ 600. Sería necesario racionar la demanda y, por aquellos pagos, ese cometido se logra dejando que el mercado actúe (subiendo los precios). Como puede apreciarse, los factores en juego no son fáciles de ponderar y las conjeturas son muchas.
El productor argentino, ¿cómo debería actuar ante escenarios tan disímiles? Siempre hemos sugerido utilizar las opciones en sus diversas acepciones (compra de puts, futuro sintético, etcétera). Por ejemplo, asegurando precios mínimos tanto para la cosecha sin vender como para la todavía sin sembrar (la 2012/2013). Pero ello puede no ser suficiente. Incluso puede transformarse en una mala decisión. ¿Por qué? Porque al riesgo precios se le suman otros.
¿Cómo resguardarse de un eventual desdoblamiento cambiario? Efectivizando planes canje y comprando insumos. Es más, transformando la soja en todo aquello que cotice al mismo tipo de cambio que la oleaginosa y que podría dejar de hacerlo ante eventualidades. Es muy importante no equivocarse en la definición de los factores de mercado que van a incidir en el proceso de formación de precios próximamente. Pero más importante es su adecuada ponderación. En campo alquilado, soja con ingeniería comercial. En campo propio, el maíz es una alternativa que muchos están descartando por una evaluación errónea. Con la soja en "terapia intensiva", los precios del maíz en Chicago se van a defender por el diferencial de precios entre productos que definen el área en EE.UU. del año próximo.