25/10/2021

Mercados: El complejo contexto financiero global obliga a moderar optimismos

Tarde o temprano, las autoridades monetarias de los países comenzarán a bajarle la temperatura a la economía y eso debería afectar los precios de los granos. CLARÍN

Hernán Fernández Martínez

Muy buenos días, en nuestras líneas de hoy creemos importante analizar el entorno financiero global, que sin lugar a dudas tiene implicancias relevantes sobre los precios de nuestros commodities agrícolas. Pero como introducción al análisis queremos recordar una vez más al doctor Juan Carlos de Pablo, quien suele hacer hincapié en que no se puede analizar un hecho de la economía real sin observar el contexto en el cual acontece. Suele decir que la Economía es aquello que sucede en un determinado contexto político y no podemos abstraerla de él. Pues bien, los precios de nuestros granos también se encuentran inmersos y flotando en las aguas del entorno financiero global y lo hacen atados a los famosos Fondos Especulativos. Claro que la correlación positiva entre las cotizaciones de los granos en Chicago y las Posiciones Netas de aquellos Fondos no es del 100% pero es altísima de todos modos. En conclusión, digamos que estos Fondos de Inversión son el vaso comunicante entre los precios de los granos y el clima financiero global. En este sentido vale observar que estos actores han vendido Posiciones en Soja por 30 millones de toneladas durante los últimos 12 meses. En Maíz es menor el volumen de ventas, pero han existido también.
Dicho esto, profundicemos en el contexto. El planeta arrancó una fenomenal recuperación de la actividad económica y la demanda de bienes y servicios, al inicio del segundo semestre de 2020. Naturalmente dentro de esta recuperación se incluye el precio de los energéticos, dentro de los cuales tenemos a los 4 grandes, el Carbón, cuyo precio pasó de U$D 82/tn a U$D 230/tn durante el 2021, el Gas Natural que subió de U$D 2,60 a U$D 4,81/millón de BTU, el Petróleo WTI de U$D48/Barril a U$D 84/barril y el Brent de U$D 51 a U$D 86/barril. Los tres últimos muestran una variación promedio del 76%, pero el carbón subió en un 180%. Claro, sucede que más de dos tercios de la energía eléctrica de China se produce con este combustible y es justamente sobre el gigante oriental que pesa la Demanda de bienes industriales de buena parte del planeta. Dentro de los energéticos debemos contar también a los aceites vegetales, parte de los cuales se utilizan como insumos de la producción de biocombustibles. Así es que, entre otros, el aceite de soja subió un 48% en 2021, gracias a lo cual nuestra soja disponible prácticamente no cayó de precio desde el pico de junio, mientras que en Uruguay, Brasil o Estados Unidos perdió unos U$D 145/tn. Recuerden que la Argentina produce el 50% del aceite de soja que se comercializa en el planeta y esto nos ha dado una gran mano durante el presente año.
Ahora bien, vale recordar también que una parte importante de esta rápida recuperación en términos históricos tiene que ver con la enorme colaboración de los Bancos Centrales del mundo, quienes inyectaron liquidez, emitiendo y emitiendo como pocas veces en la historia y todos en sintonía. Esto último es lo excepcional del caso, pues luego de la crisis de Lehmann Brothers prácticamente sólo lo hizo Ben Bernanke desde la Presidencia de la Reserva Federal de Estados Unidos, pero en la crisis del COVID todos obraron del mismo modo.
Los resultados están a la vista, pero los motores parecen estar recalentando, quizás antes de lo esperado pues el desempleo en los países centrales del mundo si bien han bajado fuertemente desde el pico de abril 2020, aún se encuentran por encima de los valores de Pre-Pandemia. Esa enorme recuperación de la demanda no pudo ser abastecida por la oferta, al menos en los plazos requeridos y en consecuencia los precios de muchísimos productos subieron en el mundo, no sólo los commodities agrícolas, pero la contracara que empieza a preocupar es la suba de los Índices de Precios al Consumidor. En lo que va del 2021, en la zona euro, la Inflación Anual pasó de 0,90% en enero a 3,40% en septiembre. En Japón de -1,20% a +0,20% y en Estados Unidos de 1,40% a 5,40%, y lleva 5 meses arriba del 5,00%. Todos los índices muestran un cambio muy brusco en términos relativos y en consecuencia las autoridades monetarias parecen aprestarse a tomar cartas en el asunto. Esto sería comenzar a frenar las inyecciones de liquidez, para “bajar la temperatura de los motores” y en ese freno de inyección, podríamos ver subas de tasas implícitas de los Bonos soberanos de los países más importantes del planeta y esto a su vez, constituir un imán de capital aspirando dinero hacia ellos. En ese potencial escenario que al menos el presidente del Banco Central de Estados Unidos manifestó que comenzaría durante el mes de noviembre, podríamos ver caídas de todos los activos financieros por salida de capital en busca de aquellas tasas “nuevamente altas” al menos por un tiempo, y dentro de ellos ustedes saben que están nuestros granos.
Perdón por la perorata financiera, pero es parte del análisis que debemos hacer permanentemente pues no sólo de oferta y demanda de mercadería física se alimentan las variaciones de nuestros precios.
Desde estas líneas somos enemigos de los planteos catastróficos o premonitorios, pero constituye un tema de especial relevancia que más temprano que tarde se dará y que no podemos dejar de observar.
Yendo a la gestión
Dentro del contexto descripto y sumando el delirio local de siempre pero acelerado por estos días es que una vez más diremos que los precios de los productos Disponibles merecen ser capturados como mínimo en la mitad de los stocks actuales y, si ya estuvieran comprados todos los insumos de la campaña 21-22 y no apareciera ningún comprador que nos permitiera quedar vendidos en dólares y sin pesificar, la sugerencia explícita sigue siendo comprar Dólar MEP, que sigue estando vigente, a través del AL30 con un techo semanal de compras de 50.000 nominales o a través del GD30 de manera totalmente libre.
Hay buenos precios y hay buenos resultados que piden ser atrapados en un contexto que luce profundamente incierto.