24/01/2012

Las escasas lluvias del fin de semana no aumentaron el pronóstico de cosecha

Cuando ya se sembró más del 90% de la soja y del maíz proyectados para el año algunos van a detener el proceso de siembra por falta de agua y ya se cuentan perdidas irreversibles. JULIETA CAMANDONE. EL CRONISTA

Las lluvias del fin de semana trajeron poco alivio a los productores argentinos ya que fueron muy puntuales y no alcanzaron a mejorar el estado general de la soja y el maíz a nivel nacional.

Según informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en al zona agrícola central del país llegaron a acumularse 65 milímetros en Córdoba (Hernando) y 40 milímetros en Buenos Aires (Rojas). En Pergamino, por caso, cayeron 16 milímetros, pero acompañadas por granizo.

Si bien hay proyecciones de más precipitaciones para la semana, su caudal seguirá siendo escaso.

Según la BCR, las expectativas están puestas en lo que deparen los próximos días, ”no obstante, la variabilidad es tan fuerte debida al fenómeno ‘La Niña’, que no sería de extrañar que se repita nuevamente este tipo de comportamiento en el que los beneficios de las lluvias queden en zonas puntuales”.

Con estos pronósticos, el mercado de Chicago, que viene reaccionando a las noticias de Sudamérica en general y de la Argentina en particular, operaba en alza ayer.

En paralelo, según explica la entidad en su informe de precios “el debilitamiento del dólar en el mundo ante las mejores perspectivas para la renegociación de la deuda griega” permite una mayor competitividad de la mercancía estadounidense “al abaratar el precio del producto expresado en dólares”. Ambos factores favorecen los precios en Chicago, que cerraron en u$s 447 para la soja en el mercado de referencia argentino, con una suba de más de 11 dólares.

El alcance de las pérdidas por sequía aún no se conoce, pero para la BCR la situación es crítica. Tras su relevamiento semanal, la entidad informó que, para el cultivo de maíz, “el estado de los lotes en general va de regular a malo, con baja altura y reducido tamaño de espigas, lo que se verá reflejado en magros rendimientos, independientemente de futuras lluvias”. Es decir que este cultivo, que comenzó la etapa de llenado de granos con bajas perspectivas de rinde, tiene escaso margen de recuperación.
Respecto de la soja, que en general “se encuentra iniciando el período de formación de vainas” con pocas hojas, los analistas destacan la “situación de estrés hídrico”, a lo que se suma el ataque de “arañuelas, plaga características de años secos”. Según indican, inclusive hay mortandad de plantas en los lotes más afectados.

Las altas temperaturas son otro factor de pérdidas en un contexto de sequía. Según la BCR, los valores térmicos fueron extremadamente elevados y, en promedio, oscilaron entre los 34´C y los 40´C, “manteniéndose por encima de los parámetros normales para el mes de enero”. Con este panorama, las condiciones de humedad del suelo en la principal zona agrícola del país empeoran.

Las estimaciones de cosecha de la entidad arrojan poco más de 21 millones de toneladas de maíz (contra proyecciones iniciales superiores a 26 millones de toneladas) y 49,5 millones de toneladas de soja.

Los cálculos, que no son iguales para todas las entidades, contemplan los lotes en mal estado, que rendirán menos, y las zonas en las que se recortará el área sembrada. Hasta la semana pasada, según el relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se había sembrado el 91% del área destinada a soja y maíz.