08/06/2018

La superficie implantada con trigo superaría los 6 M de hectáreas

Buenos Aires, la provincia más afectada, pierde cerca de 1,2 Mt de soja. La intención de siembra triguera sería de 600 mil ha más que el año pasado. NAP

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ROSARIO (NAP) La cobertura del área triguera podría aumentar en un 11%, al alcanzar una superficie estimada en 6 M de hectáreas. Buenos Aires sumaría un 22% en superficie; Santa Fe un 20% y Entre Ríos un 10%. La Pampa encabeza el pelotón de las provincias con retroceso de área, con un 12% menos.
Otro tanto ocurre con Córdoba, que venía con un sostenido crecimiento de área, esta vez baja. La siembra allí caería en casi 100 mil ha, consignó el informe semanal de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
De acuerdo a estos datos se pone en marcha una campaña, muy supeditada a lo que suceda de con las lluvias. Hay sectores de la franja oeste que necesitan un refuerzo. Pero en el este, alivio, porque los problemas de barro y saturación de suelos podría terminar siendo una limitante de siembra en las provincias que ahora se perfilan con mejores posibilidades. De todas formas, la campaña 2018/19 promete ser la más importante de los últimos 15 años.
La germinación masiva sobre las 6 millones de hectáreas de soja, que quedaron en pie en la región pampeana desde el 10 de mayo, ocasionó un gran daño. Buenos Aires es la provincia que más perdió respecto a la estimación anterior, el ajuste le quita 1,17 Mt. Las provincias de Córdoba y Santa Fe le si-guen con pérdidas en torno a los 300 mil Tn. Por ahora, se estima un recorte de algo más de 100 mil Tn en Entre Ríos.
Tras el temporal hay 100 mil ha más que no se cosecharán en el país. La superficie malograda de la campaña 2017/2018 se ajusta en 1,35 M de ha. El nuevo recorte deja 2 M menos de Tn de soja. La pro-ducción ahora es estimada en 35 Mt.
Estas estimaciones surgen como producto de lo que se va recolectando. Las labores de cosecha en soja avanzan sobre la última tanda pendiente, casi un millón y medio de hectáreas. El avance cubre el 92% del área.
En el caso del maíz, la recolección ha llegado al 52% del área. La cosecha es muy lento ya que se está privilegiando la soja. El avance es similar al año pasado, siendo la 2017/18 una de las cosechas más retrasadas de maíz. Si bien podría haber ajustes negativos en la estimación, estos serían de menor en-vergadura que en los de la oleaginosa. Hasta que se incorporen nuevos datos de rendimientos, se mantiene la estimación de 32 Mt para el cereal a nivel nacional.
Trigo 2018/2019
Se estima un 11% de suba para la nueva siembra triguera respecto de su ciclo anterior. Así, se cultivaría un total de 6,03 Mt de ha versus las 5,43 millones del año pasado. De todas maneras es importante destacar que podría haber cambios en los próximos meses que afecten el nivel de siembra. El comportamiento de las lluvias en lo que resta de aquí en más puede ser un desencadenante negativo para la campaña triguera.
Cabe destacar que recién a partir de la última semana de mayo comenzó a instalarse una masa de aire frío y seco. Esto está permitiendo reacomodar los lotes de la franja este de la región pampeana tras los proble-mas de excesos hídricos que dejaron la seguidilla de lluvias que se iniciaron en la segunda quincena de abril. De esta manera se está reactivando la transitabilidad de las maquinarias. Esto es importante para sos-tener la posibilidad de sembrar la cobertura de intención de siembra proyectada en 6,0 M de ha.
A diferencia de los dos años anteriores, la falta de agua tras cinco meses de seca, se presentaba como un escollo insalvable para la campaña. Tras las lluvias de abril y mayo las condiciones hídricas han cambiado el escenario por completo. Hay excesos en el este, en los que vuelven a repetirse los problemas de lotes em-barrados y napas que han vuelto a posicionarse y podrían problematizar la siembra. Por esta razón es im-portante que las lluvias no vuelvan a irrumpir en las zonas del este de Buenos Aires, sur de Santa y en Entre Ríos. Por el contrario, las zonas que lideran las bajas intenciones de siembra son las que no han recuperado el estado hídrico de sus suelos. Esto sucede en La Pampa, el oeste y sur bonaerense y la franja oeste de Córdoba (Noticias AgroPecuarias).