26/12/2011

La soja termina un año volátil con una baja de precio del 14%

Representa unos 3.500 millones de dólares menos de ingresos por la cosecha. Paula López EL CRONISTA

En medio de la discusión que se dio en el grupo de los 20 (G-20) sobre la conveniencia o no de regular los mercados agropecuarios, para limitar las variaciones abruptas de precios de los commodities agropecuarios, y así el valor general de los alimentos, los granos y oleaginosas atravesaron un 2011 sumamente volátil, lo que hizo que en poco más de 90 días la soja pasara de marcar su máximo en tres años a su piso en 14 meses.

Así, el principal producto de exportación argentino, y por ende fuente de la mayor parte del ingreso de dólares al país, está terminando el año con valores 14% por debajo de los que lo arrancó, o unos u$s 3.500 millones menos. Eso porque en números gruesos, una cosecha de 50 millones de toneladas de poroto a principios de 2011 significaban u$s 25.000 millones. Hoy, el valor de cosecha para esa misma cantidad se ubica en u$s 21.500 millones.

La diferencia sería mayor si los cálculos se hubiesen efectuado hace apenas diez días, cuando la soja en Chicago alcanzó el menor valor del año: u$s 402 la tonelada. Ese piso se produjo apenas 3 meses y medio después de que el mismo producto rompiera las marcas y alcanzara u$s 541 la tonelada a fines de agosto. Entre el pico y el mínimo, actuaron la crisis financiera de la eurozona y las perspectivas de una caída del comercio internacional, lo que dejó a la soja valiendo un cuarto menos que hacia finales de invierno.

Cuando muchos analistas calculaban los ingresos argentinos por exportaciones de soja en 2012 serían de entre u$s 1.500 millones y u$s 4.000 millones menos que los obtenidos en este año que termina, los últimos diez días estuvieron marcados por un repunte de las cotizaciones internacionales de las materias primas, en especial de la soja y el maíz.

Pero esa recuperación, que dejó el viernes a la soja en u$s 430 la tonelada y al maíz en u$s 243 por la misma cantidad, está relacionada con el temor a que la cosecha gruesa en Brasil y la Argentina sea menor a la esperada por efecto climático. La sequía, otra vez, aparece como un fantasma para la producción local.

Y aunque ningún experto se anime a arriesgar que puede suceder algo similar a lo ocurrido en el ciclo 2008/09, cuando se esperaban 52 millones de toneladas de soja y se terminaron recolectando 34 millones por el exceso de calor y la falta de lluvias, las alertas ya se dispararon. Es que, aun con las lluvias y el alivio de temperatura de los últimos días, muchas áreas de la zona núcleo productiva sufren de algún grado de sequía, aunque la dispersión es muy alta.

Así lo muestran los distintos informes climáticos. La semana pasada, el Commodity Weather Group indicó que el 40% de las plantaciones en Argentina y Brasil padecen de estrés hídrico, situación que no se revertiría fácilmente por las escasas lluvias previstas para las próximas semanas.

En ese marco, a principios de mes, y cuando el déficit de lluvias y las altas temperaturas no habían llegado al nivel de esta semana que pasó, la Guía Estratégica del Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario calculó que la cosecha sojera 2011/12 tendría una caída de 1,6% en las estimaciones de producción, hasta 48,5 millones de toneladas. El cálculo está hecho sobre la base de la siembra de 18,8 millones de hectáreas con soja, igual que el año anterior, y una baja de rendimientos de 1%.

Para el maíz, en cambio y a pesar de que la sequía impacta en un momento clave de desarrollo de los lotes y genera reacomodamiento de precios a nivel internacional, GEA estimó una suba de 21% en la producción total, hasta 26 millones de toneladas, a partir de un alza de 7% en el área destinada a la siembra del cereal y un incremento en los rindes promedios de 6%.