05/04/2021

La soja subió a la montaña rusa 

Sólo bajando 6,5 millones el volumen exportable, Estados Unidos llegaría a fin de año con el segundo menor “stock” en 10 años. AGROVOZ

Pablo Adreani

Todavía repercute en el recinto del mercado Chicago, si bien ahora la operatoria es principalmente electrónica, las cifras publicadas por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos en su informe de estimación de superficie de siembra del último miércoles.
Las cifras de existencias al 1° de marzo pasaron totalmente desapercibidas y fueron eclipsadas por las estimación de siembra de la próxima cosecha de verano en el país del Norte, principalmente de soja y maíz.
En la oleaginosa, el Usda estima ahora un aumento de 1,8 millones de hectáreas en la próxima siembra, mientras que en su primer estimado del mes de febrero, durante la presentación del Outlook Agrícola 2022 en Washington, proyectaba un aumento de casi 2,8 millones de hectáreas. 
La mención de este solo factor fue suficiente para desencadenar masivas ordenes de compra que terminaron en una suba en el máximo diario permitido de 70  centavos por bushel, el equivalente a casi 26 dólares por toneladas. 
Nuevos fondos pusieron ordenes de compras que llevaron al mercado por las nubes, con sensación de no tener techo.
El Jueves Santo, el día posterior al informe del Usda, el mercado operaba con fuertes bajas de 35 centravos por bushel, perdiendo la mitad de lo que había ganado el día anterior; un efecto montaña rusa. 
Pero atención a esto, las fuertes bajas del jueves se produjeron en las posiciones futuras cercanas de soja en Chicago; mayo, julio y agosto. Afectan a los precios de la soja de la vieja cosecha. Mientras que los precios de la nueva cosecha operaban en suba, oxigeno para los productores de Argentina.
Oferta y demanda
Si consideramos la estimación de superficie de soja de febrero en Estados Unidos, la situación de oferta y demanda en ese país era por demás muy ajustada. Si ahora reducimos la oferta de soja en el equivalente de un millón de hectáreas estamos ante un escenario mucho más complejo y más ajustado, donde las existencias finales van a bajar bruscamente. Salvo que se produzca un ajuste vía menores exportaciones y/o menor molienda en su mercado interno. 
Con este nuevo estimado de superficie de siembra en Estados Unidos, de 35,45 millones de hectáreas y un rinde promedio de 34 quintales por hectárea, se llega a un volumen de producción 2021/2022 de 119,3 millones de toneladas. Significa un aumento de 6,8 millones de toneladas respecto a los 112,4 millones de la campaña inmediata anterior. 
Si para la nueva cosecha se mantiene el mismo volumen de exportaciones de soja –61,2 millones de toneladas–, el balance arroja un nivel de existencias negativo en 1,5 millones de toneladas. 
No existen márgenes negativos en la vida real; implica que no habría soja suficiente para poder abastecer la demanda tanto interna como externa de ese momento. Queda como mecanismo de auto ajuste, la reducción del saldo exportable, ya que la molienda interna de soja en Estados Unidos depende de factores mucho mas complejos que la mayor o menor demanda de los exportadores. 
Dicho en forma mucho mas práctica, ningún exportador va a tomar una posición de venta (short) en una situación de escasez de oferta y con alto riesgo de no tener suficiente nivel de existencias para abastecer su propio negocio de exportación; sería adoptar una posición suicida.
Entonces queda como único factor de ajustar el nivel de las existencias finales, vía una reducción de los volúmenes exportables. Hecho el cálculo en una planilla, los exportadores de soja estadounidense deberían reducir sus ventas de exportación en el orden de los 6,2 millones de toneladas, para llegar a un saldo exportable total de 55 millones de toneladas.
Con este nivel de ajuste se podría llegar a fines del año comercial 2021 con 4,5 millones de toneladas en existencias, bien por arriba de los 3,2 mill tons del 2020-21, el nivel mas bajo de la ultima década.