Mientras los cereales siguen sin mercado, la soja se mantiene como principal opción agrícola. Lorena D’Angelo. LA VOZ

En una semana corta para el mercado local de granos, la operatoria no alcanzó a reflejar los vaivenes registrados en el mercado externo de referencia.

Las cotizaciones futuras en Chicago comenzaron la semana con subas que no pudieron mantenerse en las restantes jornadas por toma de ganancias y avances en las siembras de maíz y soja estadounidense que presionaron sobre los precios.

Según el Usda, al domingo pasado se llevaba implantado 53 por ciento del maíz y 12 por ciento de la soja, por encima del 12 y dos por ciento respectivamente del promedio de los últimos cinco años. Los datos estuvieron dentro de las expectativas del mercado pero resultaron bajistas para los precios.

Con un aumento de las coberturas de maíz y soja estadounidense los precios pueden verse presionados, aunque no se confirmaría sino hasta ya avanzado el desarrollo de las plantas mientras que los valores continúan son el sostén de la menor oferta sudamericana y la demanda de China.

Mientras los precios externos bajaron, los pocos días de negocios en Argentina mostraron valores mayormente estables para la soja y con escasos valores para los cereales.

La oleaginosa con entrega disponible podía negociarse a 1.560 pesos la tonelada pero sin valores tan claros para negocios de trigo y maíz.

Ambos productos no encuentran al sector exportador activo. Hace ya varias semanas que las ofertas son pocas por la ausencia de nuevos otorgamiento de ROE.

Desde el anuncio del 18 de abril de una nueva apertura de cupo de exportación de maíz no se efectivizó la asignación a los exportadores, por lo cual estos participantes no saben si el volumen de compras realizadas anteriormente les alcanza o los sobra para cumplir con sus negocios al exterior.

De esta forma, los exportadores de maíz no van aparecer en el mercado hasta la efectiva asignación de ROE, mientras que declaran una posición total neta comprada frente a las autorizaciones actuales de exportación.

Para el trigo (con precios bajos y mercados intervenidos) el contexto no muestra grandes diferencias. La exportación está prácticamente retirada y la molinería compra a cuentagotas con la diferencia que la situación impacta en las decisiones de la próxima siembra.

Los productos alternativos aumentarán el área de cobertura con la expectativa de resultar más rentables para el productor. Igualmente, continuará orientándose, en primera instancia, a aumentar el área de soja, siendo este el único producto con resultados favorables a partir de un valor futuro 2012/13 cercano a los 315 dólares la tonelada.