De no mediar un impacto económico global, la retención de la oleaginosa es un resguardo en dólares | Lorena D´Angelo - LA VOZ DEL CAMPO

El mercado agrícola volvió su atención a lo que sucede en los mercados financieros con un balance semanal negativo. Nuevamente la situación en Europa, especialmente en Grecia, tiene impacto en las cotizaciones futuras en el mercado de referencia de Chicago.

Una potencial salida del país helénico de la Eurozona ha generado una huida de los inversores hacia activos menos riesgosos, lo que presionó a los granos. Además, los temores de una decisión de China de relajar la política monetaria sumaron presión a la ya debilitada economía global.

Los fondos especuladores, que tenían en el mercado de referencia de soja una posición neta récord “comprada” estuvieron cancelando y llevaron a los futuros a mostrar la caída más fuerte desde noviembre del 2011 con las cotizaciones regresando a los niveles de abril pasado.

El comportamiento liderado en el mercado de soja por estos participantes se reflejó también en el trigo y el maíz pero en un menor nivel.

El primero de los cereales encontró soporte sobre el cierre de la semana por noticias de condiciones climáticas secas en las regiones productoras de Estados Unidos, que podría afectar el desarrollo final del trigo de invierno.
Impacto local. El cierre negativo para el mercado externo se reflejó también en nuestros precios donde hubo jornadas en las cuales la soja no tuvo valor de referencia en el mercado de Rosario mientras que los restantes días mostraron bajas.
Los precios de la soja con descarga inmediata llegaron a 1.510 pesos aunque con entrega más diferida podría mejorarse hasta los 1.540 pesos.

Estos valores están por debajo de lo negociado la semana anterior, por la baja externa y la tranquilidad de la demanda al conocer que, semana tras semana, con el avance de la cosecha los resultados son peores a los esperados inicialmente.
La caída productiva en promedio se estima en 20 por ciento que recortará inicialmente la oferta del país para exportar, mientras que las industrias ya proyectaron una reducción en el procesamiento del grano.

Los compradores ante la menor oferta mantienen una posición neta comprada frente a los compromisos externos. El volumen total comprado de soja 2011/12 por la exportación y la industria asciende a 25,9 millones de toneladas, arriba del año pasado cuando se declaraban negocios por 25,5 millones, sin embargo en la participación sobre el total comercializable esta campaña supera la anterior.

Igualmente, el productor sabe que, de no mediar un impacto económico global, la retención del grano de soja es un refugio en dólares de sus bienes. La soja, a pesar de una perspectiva de mayor producción en Estados Unidos para 2012, es un producto que en Sudamérica va a escasear frente a una demanda externa que continúa activa. China está proyectando importar 5,63 millones de toneladas de la oleaginosa en mayo, subiendo 15 por ciento frente a las 4,88 millones de toneladas arribadas en abril.

La cifra –que sería la más alta desde noviembre del año pasado– está en línea con las estimaciones de los analistas ya que los procesadores chinos incrementaron sus importaciones por buenos márgenes de molienda y expectativas de una caída en la producción asiática (se estima que en 2012 la producción de soja bajará siete por ciento) porque los productores se volcaron al maíz para aprovechar los buenos precios que se obtienen en el mercado interno.