07/05/2012

La soja concentra todas las miradas

 Menores cosechas y mayor presencia de los fondos. Por Enrique Erize | Para LA NACION

Finalmente (y justificadamente) Chicago cambió de "vedette". Desde fines de 2010 y todo 2011 dicho título le correspondió al maíz, que debió soportar dos malas campañas productivas en EE.UU. en forma sucesiva, lo que ubicó la relación stocks/consumo mundial del forrajero en los niveles más bajos de la historia.

Hoy la plaza granaria internacional reconoce que dicha circunstancia va camino de solucionarse, toda vez que el área destinada al maíz estadounidense (hoy en plena siembra) es récord histórico y el avance en las tareas de implantación es excelente. El clima acompaña y la implantación temprana (al domingo pasado el avance en las tareas era del 53% contra el 12% del año pasado) habitualmente es sinónimo de muy buenos rindes. Para el fin de la presente semana se espera un progreso de las tareas del orden del 70%, con un régimen de lluvias que viene acompañando en forma casi óptima el desarrollo de esta instancia productiva. Todo pareciera indicar que EE.UU. se encamina a una cosecha superlativa, que acomodaría los "tantos" en un par de meses.

Así, la nueva "vedette" de Chicago es la soja. El fracaso de la producción sudamericana (particularmente la argentina) del ciclo 2011/2012 es mayor al esperado y no son pocos los que asumen un recorte productivo para la región del orden de los 24 millones de toneladas respecto del año pasado (112 contra 136 millones de toneladas). En ese sentido, algunas instituciones de reconocido prestigio en nuestra plaza ubican la cosecha local en sólo 41 millones.

Recuerdos

Aún está fresco en la memoria de los operadores el recuerdo de lo sucedido entre las campañas 2007/2008 y 2008/2009 (96 versus 115 mill./t) y el rally de precios de más de 150 dólares por tonelada que se verificara en la posición julio de Chicago entre principios de marzo y julio de aquella temporada. Pero esta circunstancia no es la única que explica las fuertes alzas que han experimentado las cotizaciones de la soja en los últimos meses.

La estimación que realizara el USDA el 30 de marzo pasado respecto del área a sembrarse este año en EE.UU. con la oleaginosa le agregó leña al fuego. Si se cumplen las 29,9 millones de hectáreas que proyectó el organismo, los números no cierran y el balance de oferta y demanda global de la soja haría necesario alcanzar rindes absolutamente récord en EE.UU. para mantener ajustada la relación stocks/consumo estadounidense en niveles casi intolerables. Un mínimo traspié en tal sentido sería dramático para el abastecimiento global y la incesante demanda china de las últimas semanas pareciera estar actuando en consecuencia.

Chicago "ha tomado debida nota" del desafío y es por ello que la relación de precios entre soja y maíz se ha ido ampliando fuertemente en favor de la primera en los últimos 60 días. ¿El objetivo? Torcer la voluntad de los farmers estadounidenses y que éstos cambien su intención de siembra. Es necesario volcar al menos un millón de hectáreas del forrajero a la oleaginosa. Se trata de tan sólo un 2,5%, pero no son muchos los antecedentes en tal sentido.

Inyección de liquidez

Así, mientras Chicago cumple su función de "mercado", los fondos de inversión completan la historia. La significativa inyección de liquidez que las grandes potencias mundiales han dispuesto para apuntalar una reacción en la actividad económica a nivel global, tienen su impacto en las cotizaciones de nuestra plaza. Los fondos especulativos deben mantenerse líquidos y las commodities agrícolas han evidenciado (más de una vez en los últimos años) ser una alternativa muy atractiva en el menú de opciones que estos actores evalúan. Hoy, la posición comprada de los fondos en soja es récord histórico para Chicago.

En semejante contexto, podríamos afirmar que las actuales cotizaciones de la soja en EE.UU. no presentan riesgos de bajas si uno se atiene a observar los fundamentos propios del mercado. El único riesgo por considerar es una eventual salida de los fondos por toma de ganancias o porque se vean obligados a cubrir pérdidas en su hábitat natural (los mercados financieros). Es una historia que la plaza ya ha vivido muchas veces en los últimos años. En nuestra opinión, aún con una caída de precios de 50 a 70 dólares por tonelada, los valores podrían explicarse si uno se atiene a los fundamentos del mercado.

Aún así, sólo una gran cosecha sudamericana en el ciclo 2012/2013 (altamente probable) podría acomodar los tantos en la plaza sojera. Pero para ello falta mucho tiempo. Mientras tanto, los productores argentinos debieran cumplir con la consigna tan repetida desde este comentario: coberturas con flexibilidad. La disyuntiva no es vender o no. Lo que corresponde es respetar los mercados y utilizar las herramientas que éstos brindan. La instrumentación de coberturas a través de una buena ingeniería comercial es la forma adecuada e inteligente de manejar el patrimonio. Son muchas las casas corredoras que operan en nuestro país con aptitud para llevar a cabo dicha tarea.