12/01/2018

La sequía recorta el pronóstico de cosecha gruesa en casi 4 millones de toneladas

La falta de agua reduce en 1,5 millones de toneladas la previsión para el maíz y en 2,5 millones el cálculo para soja, según la Bolsa de Comercio de Rosario. AGROVOZ

Redacción Agrovoz

La Bolsa de Comercio de Rosario publicó su estimación mensual nacional de producción de granos, en la que achicó en casi cuatro millones de toneladas su proyección de cosecha de soja y maíz 2017/18, a raíz de la sequía que afecta a varias zonas del país.
Hace un mes, el cálculo de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) fue de 96 millones de toneladas entre ambos cultivos, y ahora redujo la cifra a 91,9 millones; es decir, una caída entre ambas previsiones del 4,2 por ciento.
En la campaña 2016/17, se cosecharon 95,3 millones de toneladas de estos granos, según la entidad rosarina, lo que implica entonces que la producción de este ciclo quedaría 3,5 por ciento por debajo. 

Maíz
Se terminaron sembrando 200 mil hectáreas más que las originalmente proyectadas, lo que elevó 9,8 por ciento el área respecto al ciclo pasado, hasta llegar a 6,43 millones de hectáreas en todo el país.
Sin embargo, descontando el millón de hectáreas que no se comercializaría sino que se utilizaría para forrajes y otros destinos, el crecimiento productivo sería menor, del 5 por ciento: de 38 millones de toneladas 2016/17 a 39,9 millones en esta campaña. Hasta hace un mes, la GEA preveía 41,5 millones de hectáreas del cereal. 
El principal motivo, una reducción de los rindes, que el año pasado promediaron 80 quintales en todo el país, mientras que en esta oportunidad se ubicarían en 73,5 quintales. 
La GEA argumenta que “diciembre tuvo un comportamiento lapidario en cuanto a la oferta de agua en la provincia de Buenos Aires”, que derivó en “acumulados sido austeros y desperdigados”. Así, en esa provincia, los rindes caerían con fuerza: 7,5 quintales menos que un año atrás. 
En cambio, la principal zona productora de maíz del país, que es Córdoba, tuvo un régimen de lluvias más favorable y los rindes se ubicarían en 81,6 quintales. El pronóstico de cosecha es de casi 17 millones de toneladas: 42 por ciento de la producción nacional.
 

Soja
Por la falta de agua, la Bolsa rosarina sostiene que ya hay unas 300 mil hectáreas que no se implantaron sobre las 18,8 millones originalmente previstas, a lo que hay que sumar otras 1,5 millones “amenazadas de concluir las labores en tiempo y forma, con éxito”.
“Aunque aún no es posible estimar la producción, hay que señalar que los últimos acontecimientos tienden a enmarcar a la campaña en un ambiente de baja a moderada productividad, con muchos problemas por estrés termo hídrico. La sequía cubre a todo el país excepto al sur de Santa Fe, al centro y sudeste de Córdoba y al sudeste bonaerense. Con este panorama, el nuevo horizonte que se proyecta de producción retrocede a los 52 millones de toneladas”, advierte la GEA.
Esto significa un recorte del 4,6 por ciento en relación al pronóstico de diciembre (54,5 millones) y del 9,2 por ciento en comparación con la temporada anterior (57,3 millones).
“La condición de la soja en nuestro país va de buena a mala, como en muchas zonas del centro de Buenos Aires. El estrés hídrico de diciembre ha frenado el crecimiento, produciendo aborto de flores, quemado de hojas y ha alcanzado a producir muerte de plántulas en las áreas más afectadas, provocando el abandono de cuadros. Es alta la preocupación por lo que puede pasar en las próximas semanas. De darse un importante cambio pluvial durante los próximos dos meses sería posible alcanzar mejores productividades y revertir el sombrío panorama que hoy se cierne”, resume el informe.
Y concluye: “SI bien puede decirse que ya hay rindes que se verán resentidos, es prematuro efectuar una estimación, aunque se descartan los escenarios de alta productividad. El cultivo contó con esta ventaja en las últimas tres campañas. Tras 10 meses de excesos pluviales en el 2017, parecía volver a imponerse un escenario holgado para el cultivo. Pero las condiciones de desecamiento han sido tan graves que se vuelve a trabajar con rindes promedio históricos para la producción de soja 2017/18”.