20/01/2012

La demanda sigue firme y los precios resisten

En el caso del maíz, los principales indicadores de oferta y demanda mundial siguen siendo muy ajustados. Pablo Adreani. LA VOZ DEL INTERIOR

Los principales indicadores de oferta y demanda mundial siguen siendo muy ajustados, y esto se puede ver básicamente en el caso del maíz.

A pesar de las lluvias ocurridas la semana pasada en la Argentina y en Brasil, los operadores no ven todavía consolidada la cosecha de Sudamérica (primer bloque exportador mundial de soja y aceites y harina de soja y segundo bloque regional exportador mundial de maíz).

Los mercados comienzan a recuperar parte de las pérdidas sufridas ante el avance de la crisis europea, la mejora climática y el fortalecimiento del dólar. La demanda se quiere asegurar la compra de materias primas agrícolas en un año donde todavía no se han recuperado existencias, principalmente en maíz.

El principal producto que sigue todavía en zona de riesgo es justamente el maíz, pues los americanos necesitan de una supercosecha 2012 para poder recuperar al menos parte de las existencias perdidas en el 2011 luego de la caída en la producción como consecuencia de la sequía sufrida en los meses de julio/agosto del año anterior.

El arranque de humedad en los suelos del cinturón maicero americano está muy por debajo de lo normal y necesitan de abundantes nevadas durante este invierno para poder compensar este menor contenido de humedad.

Si así no fuera, los americanos van a necesitar de una primavera más lluviosa; caso contrario, los cultivos de maíz corren serio riesgo de enfrentar potenciales pérdidas por sequía.

Reacciones en Chicago. Esta incertidumbre climática y productiva la está mostrando Chicago, donde la posición julio 2012 de maíz está en el valor más alto de toda la serie anual. Luego de julio, las posiciones futuras lejanas muestran una importante baja de más de 22 dólares por tonelada entre diciembre y julio, asumiendo entonces el ingreso de la nueva cosecha de maíz americano y sin problemas en el volumen de producción.

Esta frase “sin problemas” en la producción de maíz en Estados Unidos implica que habrá un fuerte aumento de la superficie y un potencial de rendimiento a nivel país superior a los 10.000 kilos por hectárea y un volumen de producción que deberá superar los 350 millones de toneladas.

Relojería. Como vemos, todo tiene que ser perfecto desde el punto de vista de las siembras, lluvias y evolución de los cultivos para que los americanos puedan aspirar a recuperar las existencias y los mercados de exportación perdidos durante la campaña 2011.

Si así no ocurriera, estamos ante un potencial mercado explosivo alcista durante el segundo semestre de 2012. Como respuesta a los mejores precios relativos del maíz, vemos que en Ucrania el Ministerio de Agricultura proyecta y está recomendando un aumento en su superficie de siembra de 700.000 hectáreas, para llegar a un total de 4,3 millones de hectáreas. Como vemos, un poco menos que la superficie sembrada con maíz en la Argentina.

Recuperación. Veamos qué sucedía a mitad de semana: maíz y trigo suben después de un mes de bajas, recuperando parte de las pérdidas de la última sesión, por una mayor cobertura de los fondos de inversión, debido a un anuncio del Fondo Monetario Internacional para hacer frente a la crisis de la deuda financiera Europea. La primera consecuencia fue la suba de los mercados mundiales.

El maíz y el trigo, abrieron la jornada de ayer en alza, ya que los mercados siguen a los precios más fuertes del petróleo, y datos impresionantes de la economía de los Estados Unidos conocidos esta semana.

La soja en Chicago sigue mostrando una gran resistencia a la baja ante la firme demanda que se proyecta para el segundo semestre de 2012, tanto de poroto como de harina de soja. La demanda de consumo de proteínas vegetales para producir alimentos balanceados y raciones para consumo animal vuelve a volcarse en esta campaña al mayor consumo de harina de soja en remplazo del maíz. Sucede que la oferta global de soja y todo su complejo de alguna forma está garantizada por la buena cosecha que se espera en Sudamérica. En cambio, para el maíz se proyecta un escenario de gran incertidumbre productiva ante la súper cosecha que necesitan los americanos para poder compensar su caída en las existencias y la pérdida de los mercados de exportación.