26/09/2014

Inflación en dólares, caída en la rentabilidad

Con esta política de permitir aumentos en pesos de los bienes y servicios y mantenerel tipo de cambio con leves ajustes, los cultivos pierden competitividad. LA VOZ.

Por Pablo Adreani
Una semana atrás, en esta misma columna, advertíamos sobre la posibilidad de tener un mercado de soja con potencial baja para el corto a mediano plazo. En muy poco tiempo, la soja futura mayo 2015 en el Matba bajó de 247,5 dólares que cotizaba el 10 de septiembre a 236 dólares, el miércoles 25. Una baja de 11 dólares que sigue marcando la tendencia.

Hay que considerar que la cosecha de soja en Estados Unidos todavía no comenzó y cuando ello ocurra es probable que podamos asistir a un nuevo escalón bajista en el mercado internacional. Mientras tanto, la soja disponible continúa, por el momento, con tendencia sostenida y gran resistencia a la baja. En estos momentos hay aproximadamente 20 millones de toneladas sin vender en manos de los productores, entre mercadería almacenada en los campos y la entregada a la industria, a fijar.

A valores de mercado, considerando el cierre del mercado FOB puertos argentinos de este jueves, el valor total de la soja sin vender llega a 8.500 millones de dólares si tomamos el valor FOB de embarque octubre, de 425 dólares. Pero si tomamos el FOB para embarque abril 2015, de 370 dólares, el valor es de 7.400 millones.

Analizando bien los factores de mercado internos y la tendencia de los precios para la nueva cosecha, si no ocurre nada raro en el mundo, el precio de la soja disponible en la Argentina debería ir en busca de los precios de la soja de la próxima campaña. Esto implica que el precio actual del disponible, de 266 dólares, debería converger en los 236 dólares de la soja mayo 2015.

El análisis local también indica que es probable que los productores deban vender, en los próximos tres meses, por lo menos ocho millones de toneladas de sus existencias para poder enfrentar los compromisos de siembra y control de los cultivos. Descontando este volumen del nivel de existencias actuales, llegaríamos a fines de diciembre con un volumen en manos de productores, sin vender, de 12 millones de toneladas.

La fuerte retención no permitió vender soja disponible en su momento a 330-340 dólares. Hoy está cotizando a 266 dólares, una baja nada despreciable de 64 a 74 dólares. Todo esto obedece a una serie de factores: por un lado la inflación y por otro la falta de posibilidad de poder colocar los pesos y resguardarlos; un circulo “no virtuoso”.

Antes, el productor podía vender la soja y comprar dólares, pero la imposibilidad de hacerlo ahora ha provocado una “parálisis” en las decisiones en todo el interior. A la espera de una devaluación que todavía no ha venido, y no hay certeza de cuándo y de cuánto será, el productor ha preferido sacrificar precio.

¿Cuál debería ser el tipo de cambio oficial teórico para que el productor vendiendo hoy a 266 dólares pueda compensar la baja en el precio de la soja y se compense la pérdida de poder adquisitivo por la inflación ya existente? El cálculo arroja un tipo de cambio oficial teórico de 11 pesos, lo cual implica una devaluación hipotética del 30 por ciento con respecto al tipo de cambio actual de 8,40. Mientras el tipo de cambio sube por la escalera, los costos internos ajustados por inflación, suben por el ascensor. Esta semana se conoció un aumento de la tarifa de flete de camión del 15 por ciento, lo que implica en la práctica un aumento del 15 por ciento en dólares, pues el productor rige su precio de venta de soja al dólar oficial.

Con esta política de permitir aumentos en pesos de los bienes y servicios, que siguen el aumento en el gasoil, y mantener el tipo de cambio con leves ajustes, cada semana que pasa sin corregir el tipo de cambio, el costo de transporte y producción aumenta en dólares. En diciembre, con un tipo de cambio administrado siguiendo el mismo patrón devaluatorio actual, el productor deberá vender más trigo para pagar el mismo flete que un año atrás.

Ayer en Rosario
Volumen reducido. La operatoria no presentó grandes cambios en los precios respecto de los valores de referencia, aunque el volumen que buscaba cerrar negocios en la plaza era ligeramente más reducido. En el mercado de Chicago los futuros agrícolas cerraron en baja. La soja cayó ante la expectativa de un fuerte avance de la trilla durante los próximos días, mientras que el maíz se vio afectado por la baja del petróleo y el etanol. El mercado físico norteamericano de ambos productos se debilitó considerablemente, mientras que el fortalecimiento del dólar frente al resto de las monedas ejerció presión adicional. Por su parte, el trigo cayó ante la abundante oferta global y la gran competencia en el mercado exportado. En la plaza local, las fábricas ofrecieron por la soja entre 2.200 y 2.220 pesos por tonelada.

*Analista del mercado www.agripac.com.ar.