Esta fue una semana muy movida en materia de nuevos datos para el mercado de granos. En general primaron las noticias bajistas. Sin embargo al ver la variación semanal de precios, el cambio no fue tan grande. 

Comenzando por la elección en EE.UU., con la novedad de Trump electo, más allá de los movimientos iniciales, lo cierto es que si cumple con las promesas de mayor proteccionismo, específicamente con China, podría desatarse una guerra comercial, y podríamos ver dentro de la participación de las compras orientales, un aumento para Sudamérica en detrimento de EE.UU. Esto presionaría a Chicago a la baja, pero subirían las primas por mercadería Sudamericana. Otra cuestión a analizar es el de los biocombustibles. Específicamente podrían reducirse las importaciones norteamericanas de biodiesel, lo que golpearía a la Argentina, que ganó ese mercado gracias a flexibilización de normas de la EPA. 

Al día siguiente de la elección tuvimos el reporte del USDA. En el mismo los stocks norteamericanos subieron y el ratio stock/consumo se fue del 9% al 11%. Esto ya es terreno de sobreoferta. Es cierto que el mercado tenía digerida una cosecha de soja muy grande, pero debemos aceptar que esto ya es demasiado. 

En el caso del maíz también hubo un aumento, pero desde niveles ya elevados, y aquí en términos de stock/consumo el cambio no es tan significativo. 

El día del reporte la soja tuvo una baja muy marcada. Sin embargo al día siguiente recuperó la mitad de lo perdido, y en el arranque del mercado del viernes, subíamos a los niveles previos al reporte. Este comportamiento llamó la atención y generó una liquidación de posiciones compradas, que terminó devolviendo el mercado a terreno negativo. El maíz fue acompañando con variaciones similares.

Sin embargo todavía tenemos una demanda muy activa por estos granos, lo que venía empujando la suba previa, y la pregunta es si este factor volverá a corregir al alza una vez que la sorpresa del reporte del USDA y la elección en EEUU quede atrás. Lo veremos esta nueva semana.