13/02/2012

Fuertes quebrantos económicos por los bajos rindes del maíz

De buena fuente. Carlos Marín Moreno | Para LA NACION

"Si se intenta hacer una clasificación de rendimientos de maíz en la región núcleo, entre los peores figurarían los de Río Cuarto, los de Marcos Juárez y, sobre todo, los de La Carlota, donde a la sequía se le agregó una fuerte granizada. En la situación contraria, los mejores rindes relativos podrían ubicarse en algunos cultivos de Pehuajó, Casilda, Rojas y de Chacabuco, donde, sin embargo, se esperan rendimientos que equivalen al 60% de los históricos", comparó un asesor que hace muchos kilómetros por mes recorriendo cultivos.

"En Rufino, una zona clave para el maíz en el sur de Santa Fe, entre el 40 y el 50% de los cultivos se picó, pastoreo o roló por no haber desarrollado grano, sobre todo en los potreros sembrados con alta densidades y altas dosis de fertilizantes. La competencia por la humedad entre plantas impidió llegar a estados granados", explicó. Y añadió que "un 20-30% de los cultivos -que fueron sembrados con menor densidad previendo un año seco- muestra un mejor comportamiento, con posibilidades de rindes de 25 a 50 qq/ha".

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"Los cultivos de siembra tardía desarrollaron sus primeras etapas en condiciones de sequía, pero luego recibieron algunas lluvias entre mediados de enero y principios de febrero y tienen posibilidades de mayores rendimientos que los de primera", distingue. No obstante, aclara que muchas lluvias han sido localizadas, sólo dieron la posibilidad de que las plantas se mantuvieran verdes, permitieron una lavada de cara, pero falta mucha agua para pensar en una cosecha con rindes satisfactorios.

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Con esa perspectiva de producción física, los resultados económicos del maíz son muy preocupantes, pese al aumento del precio ocurrido como consecuencia de las expectativas de una magra cosecha: "Se necesitan 65-70 qq/ha para pagar todo los gastos en un campo alquilado, rindes que muy pocos alcanzarán. Quien obtenga 50 qq/ha, por ejemplo, sufrirá una pérdida de 150-200 dólares por hectárea, según el planteo desarrollado", calculó un vendedor de insumos del norte bonaerense.

Muchos productores y arrendatarios están vendiendo o cubriendo antes de la cosecha gran parte de su magra producción, ante la posibilidad de que los precios bajen en las próximas semanas por la necesidad de liquidez que hay en todos los operadores y por el riesgo de que el Gobierno no autorice exportaciones una vez terminada la recolección.