04/05/2012

Fuerte retención de ventas

Sobre la base de lo sucedido en los últimos 20 años, los productores se preguntan para qué vender la soja hoy si mañana podrá valer más o el dólar seguiría subiendo. Pablo Adreani. LA VOZ

Como adelantamos en esta misma columna, se está confirmando que la liquidación de divisas en plena cosecha de soja no cumple las expectativas de economistas y hasta del propio Gobierno.

Hay que comenzar a tomar conciencia que el volumen final de producción de soja difícilmente supere los 40 millones de toneladas; en este sentido, la última estimación de Agripac se ubica en 39,5 millones de toneladas.

Los rindes de la soja de segunda no han logrado superar las expectativas más pesimistas, y con esta realidad no van a poder compensar los pobres rendimientos de la soja de primera, que tuvo los peores registros de la última década.

En términos de nuestra economía domestica, muy ligada al ingreso de divisas, podemos ver que, de arranque, tendremos una caída de más de 2.000 millones de dólares de dicho ingreso, sólo analizando el complejo soja. Y esto se debe a la fuerte caída en la producción en esta campaña, que no pudo ser compensada por la mejora de los precios internacionales.

Hoy estamos viendo que el ingreso de divisas acumulado enero-marzo 2012 llega a un total de 7.043 millones de dólares, apenas por debajo de los 7.137 millones liquidados en igual período del 2011, de acuerdo a cifras publicadas por Ciara-CEC en su sitio web.
No obstante ello, nuestro análisis indica que habrá una fuerte reducción en el ritmo de liquidación de divisas de aquí a las próximas semanas, pues éste depende del ritmo de ventas de soja por parte del productor.

Y en este sentido vemos un productor que no tomará posición de sobreventa, ni aun para comprar insumos para la próxima campaña 2012/13, pues el nivel de incertidumbre microeconómica es mucho mayor al que se vivió en la campaña anterior.
Hoy la brecha entre el dólar oficial y el dólar “blue” o paralelo se ubica entre el 10 y el 15 por ciento, según el dólar que se tome fuera del circuito oficial. A esta brecha el productor la conoce muy bien, y percibe además que algo está por ocurrir, y esto no quiere decir que el dólar pueda bajar.

Ruido silencioso. Por el contrario, hay un ruido silencioso cada vez más fuerte en el interior que le indica que podría llegar a haber un ajuste del tipo de cambio por parte del Gobierno. Hoy tenemos el dólar oficial a 4,44 pesos y el dólar paralelo o “blue” a cinco redondos.

El productor se pregunta, con razón y en base a lo sucedido en estos últimos 20 años, para qué vender la soja hoy si mañana podrá valer más o el dólar podrá seguir subiendo, y hasta se arriesga a un ajuste mucho mayor del cambio oficial.

Estamos ante el peor de los escenarios: el Gobierno, que necesita divisas para poder tener contrapartida en su moneda local, y los productores que no van a vender volúmenes más allá de sus mínimas necesidades para cubrir compromisos.

Es muy posible que de aquí a las próximas semanas veamos una fuerte reducción en el ritmo de ventas por parte del productor, sustentado además por los buenos precios de la soja que les permiten vender menos volumen para cubrir los mismos compromisos.
El Gobierno deberá enfrentar entonces una menor liquidación de divisas por el comportamiento que tendrán los productores, y un menor ingreso global por la caída en la producción de soja.

Replanteo. Ante esta circunstancia, habrá que replantear seriamente la política de Moreno (Guillermo, secretario de Comercio Interior) de mantener restricciones a las exportaciones de maíz.

¿No será éste el momento de liberar el mercado de maíz de una buena vez, y dejar que fluyan las divisas con total normalidad?
Hay que considerar que cuatro millones de toneladas de maíz, sin autorización para registrar y exportar, implica tener frenado el ingreso de mil millones de dólares.

Hay que considerar, además, que los precios del maíz FOB para exportación ya muestran una caída de 35 dólares por tonelada entre las posiciones de embarque junio y la posición agosto.

Sucede que el buen ritmo de siembras de maíz en los Estados Unidos le esta imprimiendo un efecto bajista al mercado. Y esta tendencia se podrá ir consolidando si el clima durante la primavera y verano acompaña la evolución de los cultivos en el hemisferio norte.

Lo mismo está sucediendo con el mercado de la soja, con una tendencia bajista en Chicago que se consolida y, en este sentido, con el gran riesgo de depender de dos mercados cuyo futuro no luce muy promisorio.

China, que no logra consolidar un sólido crecimiento económico, y la Unión Europea, con serios problemas económicos internos que ya están afectando el crecimiento económico de todo el bloque en su conjunto.

¿No será éste el momento de vender soja, y refugiarse en el billete?

La soja bajó a 1.535 pesos
Ayer en Rosario. La actividad comercial desarrollada en la Bolsa de Comercio de Rosario mostró ofertas de precios menores por parte de los compradores. Mientras tanto, el mercado de Chicago operó de forma variada. Los futuros de soja terminaron en baja, ante una toma de ganancias luego de que la oleaginosa tocara su valor más alto en 45 meses.
Soja. En Rosario, la cotización cayó 20 pesos y cerró el día a 1.535 pesos por tonelada. La entrega para junio operó a 1.545 pesos por tonelada.
Maíz. La oferta del consumo interno fue de 630 pesos.
Trigo. La molinería, por el gluten 28/PH 78, pagó 165 dólares.