21/05/2012

ESCENARIOS Granarios

 Impresionante performance de los granos. FUNDACION LIBERTAD.

Tras un arranque de semana muy débil en el mercado de granos, muy presionado por el mercado financiero, aparecieron pisos y los precios tuvieron una evolución excelente para lo que fue el contexto bursátil en general. De hecho los granos ayudaron a contener una caída general del índice de commodities.

El mercado financiero estuvo muy débil por los problemas Europeos: Grecia con salida masiva de depósitos, comentarios de que saldría del Euro y con un gobierno de transición. España con suba del riesgo país, un sistema bancario desgastado y fuertes problemas sociales. Y Alemania sufriendo un desgaste continuo. Pero también los datos de EEUU son débiles y la reserva Federal no descarta un nuevo programa de estímulo a la economía. Todo esto terminó con un nuevo vuelo a la liquidez. Los inversores vendieron sus tenencias causando una fuerte caída en las bolsas, colocándose en dólares, con lo que el dólar se revaluó.

Pero las noticias positivas vinieron del frente fundamental. En primer lugar el trigo tuvo un repunto muy importante. Varios países productores están pasando por dificultades climáticas y el impacto conjunto de todo esto podría reducir la oferta. Si bien los stocks de trigo son muy elevados, eso ya estaba descontado en los precios actuales. De hecho los fondos estaban muy vendidos, y justamente por esto salieron a recomprar sus posiciones enviando el trigo a la suba.

En maíz y soja en tanto los operadores tomaron nota de que la matriz de oferta que diagramó el USDA para EEUU parte de rindes récord, y si bien la siembra temprana es un primer paso para lograrlos, se necesitará un clima que acompañe a los cultivos, y la baja reserva de humedad en los suelos, los altos calores y las precipitaciones débiles que se están viendo hacen que al menos se sume algo de prima climática a los precios.

En el frente local la soja siguió de cerca los movimientos externos y todo esto terminó haciendo volver valores superiores a los 1.500 pesos. Muchos comenzaron ya a fantasear nuevamente con los 1.600 $/tt, pero realmente esto parece demasiado aventurado.

Finalmente esta semana se conoció que el Centro de Exportadores llegó un acuerdo para distribuir de acuerdo a compras los ROE VERDE de 3 mill.tt. de maíz que se habían autorizado a fines de abril. Esto posibilitó un rápido otorgamiento de los mismos, que hace pensar que las bases para el nuevo sistema de comercialización quedaron firmes. Esto implica más competencia entre exportadores, aunque todavía el consumo interno queda protegido. Esto implica que seguirán habiendo dos momentos, uno con exportadores presentes y otro sólo con mercado interno. Pero mientras exista ROE VERDE la posibilidad de efectuar más compras que la competencia para ganar espacio en la originación permite pensar en un menor diferencial con el FAS TEORICO. La mala noticia es que a juzgar por la caída en la intención de siembra de trigo, el haber un saldo exportable muy chico para el año próximo, de todas formas el mercado de trigo podría ser complicado. En lo que hace al maíz es temprano aventurar cuanto sería la caída del área, pero por los números que se ven y los comentarios de productores habría una merma de área.

En cuanto a trigo y maíz el mercado sigue muy debilitado, con muy poco interés comprador, y casi sin saldo exportable para la cosecha 2011/12. Por ello la recomendación es lisa y llanamente vender ni bien haya interesados.

Para cosecha nueva de trigo se abre una luz de esperanza atada al pique de precios internacionales con el temor de fracaso de cosecha en varios países del mundo. Es importante recordar que una situación similar se produjo en el 2010, cuando aún con stocks muy elevados, el inesperado fracaso de la cosecha en Europa del Este generó picos de precios que partieron de los 140 U$S/tt en Argentina y terminaron cercanos a los 200 U$S/tt para estabilizarse luego en 170 U$S/tt.

Los problemas en Grecia y España ponen en guardia al mercado financiero

Finalmente en Grecia no se llegó a un acuerdo para un gobierno de coalición, y en medio de rumores de que este país podría abandonar el euro, retornando a la Dracma, los depositantes retiraron sus ahorros para evitar en ese caso sufrir una devaluación.

En efecto, lo lógico en caso de que Grecia deje de utilizar la moneda común, sería que la conversión de euros a dracmas lleve implícita una devaluación que permitiría ganar en competitividad de las exportaciones, reducir las compras al exterior, licuar los costos salariales, el gasto público y hasta la deuda en caso de que también se cambie la moneda de pago de la misma. Al igual de lo que sucedió en Argentina, en medio de una recesión muy fuerte que lleva más de un año, esto generaría más actividad sin que la devaluación se traslade inmediatamente a los precios. Sin embargo si el tiempo de romance que esto comprará no es aprovechado para instrumentar nuevas políticas que apunten a los problemas estructurales griegos, sólo se pospondrá lo inevitable.

En tanto lo preocupante es enfrentar con un gobierno débil esta coyuntura donde el pánico de los inversores generan fuertes presiones desestabilizadoras desde el frente financiero. La falta de acuerdo entre los partidos ganadores de los comicios de inicios de mes para formar un gabinete de consenso, terminó con un nuevo llamado a elecciones para el 17 de junio. Mientras tanto el ejecutivo se constituyó con un gobierno técnico, que debería tomar decisiones menores manteniendo el rumbo económico emprendido, ya que no cuenta con el aval político para instrumentar decisiones complicadas.

En España, mientras tanto, el problema comienza a ser ahora el sistema financiero. Si bien el Banco Central Europeo inyectó mucha liquides en los bancos, lo cierto es que aquellos muy expuestos a los créditos hipotecarios están con problemas graves. Las elevadas tasas de desocupación hacen difícil pagar los créditos, y en caso de ejecutar las hipotecas, los bancos terminarán con propiedades cuyo valor de mercado está cayendo estrepitosamente, y que en caso de una liquidación masiva caería mucho más. Por esto se ha sugerido la creación de un “banco malo” estatal que compre estas cédulas hipotecarias prácticamente en default, las refinancie aún a pérdidas y espere a que la situación cambie para rescatarla. En medio de este proceso las agencias de calificación bajaron la nota de 16 bancos españ oles, incluyendo al SANTANDER y el BBVA.

Esta situación está teniendo dos efectos, uno financiero y otro económico. El financiero es que los inversores, temiendo tener que soportar un nuevo default o quita como sucedió con los bonos griegos, deciden reducir el riesgo, colocarse en activos líquidos y esperar. De allí que todos los mercados hayan sufrido descensos. El costado económico es que una crisis en Europa generará una salida más prolongada a la crisis en los países centrales, que son los grandes consumidores del mundo. Esto implica menor uso de energía, con lo que el petróleo sufre. También implica que quienes proveen de bienes a estas economías, básicamente los países asiáticos industrializados, con China a la cabeza, también sufrirán caída en sus ventas. Esto traslada el problema a esa región, ampliando la expectativa de menor d emanda de materias primas.

Los fondos están liquidando posiciones, pero los compradores reales aparecen y generan rebote

Hacíamos mención la semana pasada a la fuerte posición comprada de fondos y al hecho de que los mismos habían comenzado a salir. El cierre de posiciones compradas va llevando el mercado sucesivamente más abajo. Al hacerlo se alcanzan precios que gatillan nuevas órdenes de venta.

Esta semana vimos como técnicamente la soja entraba en terreno poco recorrido, llevando su cotización por debajo del promedio de 40 ruedas por primera vez en lo que va del año. Esto implicó al mismo tiempo un nuevo disparo de ordenes de venta, y se alcanzó un nivel de soporte importante que inspiró un rebote técnico.

Pero no solamente tenemos inversores especulativos que hacen de este mercado lo que les da la gana. También tenemos compradores genuinos desesperados por hacerse de mercadería y que ven en la caída de precios una oportunidad de comprar a valores más bajos de los que venían tomando. Al ver que con la caída de precios las compras de maíz y soja se disparaban, los valores comenzaron a subir nuevamente. El problema es que más allá de lo que los números nos digan, no hay maíz y soja en el mundo y cuando bajan los compradores aprovechan.

De todas formas quien quiere comprar y ve que podría hacerlo más barato seguramente intentará hacerlo. Los compradores no quieren dejar de promediar en las bajas. Pero ya vieron como la posición comprada tan grande de fondos puede ayudarlos a ahorrar en su presupuesto de compras. Por ello si la presión de ventas de fondos aparece, tratarán de aprovecharla.

Por ello no debemos bajar la guardia ni perderle el respeto a los elevados niveles de precio actuales.

Los problemas climáticos del trigo en varios países al mismo tiempo hacen temer una situación como la del 2010

La noticia de la semana fue ver como el trigo, un grano que viene siguiendo sin pena ni gloria al maíz, lideraba las subas varias ruedas seguidas. La razón es que se está viendo la posibilidad de que varios países productores de trigo tengan inconvenientes al mismo tiempo.

El mercado de trigo está muy fragmentado a nivel internacional. Prácticamente todos los países son productores de trigo, aunque muchos de ellos a la vez son grandes consumidores y consumen gran parte de lo que producen, o incluso mucho más y se ven forzados a importar. Por ello los posibles proveedores de trigo en el mundo son variados. Esto hace que la posibilidad de tener problemas productivos en todos los proveedores al mismo tiempo sea remota.

Esta semana vimos como el foco del mercado se puso sobre Rusia y Kazajstán donde tras un invierno crudo con heladas muy fuertes y poca nieve que guareciera a los cultivos, se está desarrollando una seca. Algo similar ocurre en Europa, uno de los grandes oferentes tradicionales de trigo. Estos dos bloques normalmente alimentan de cereal al norte de África. Este destino podría encontrar problemas para abastecerse, lo cual lo hace tener que recurrir a otros orígenes para quienes esto representa una sorpresa alcista en precios.

Pero también Australia está en problemas. Allí la siembra está empezando y las buenas perspectivas que se veían para el arranque se han disipado y dieron paso ahora a una preocupación creciente.

El propio EEUU por otro lado, también está con problemas. La zona sur de las planicies trigueras ha estado recibiendo lluvias, pero en forma muy esporádica, y con los elevados calores que se están dando se teme que los cultivos se deterioren rápidamente.

Recordemos que los stocks / consumo de trigo son más que adecuados. Lo que estamos enfrentando aquí no es una cuestión de fondo, ni siquiera es una realidad consumada. Todos los países de los que hablamos se encuentran lejos de la tiilla. No obstante con los fondos muy vendidos desde hace tiempo en este mercado, y con precios muy bajos, estas noticias alcanzaron para hacer dudar al mercado y se generaron subas.

Es cierto que el área en EEUU es récord en maíz, y que se sembró muy rápido, pero tanto para maíz como para soja, los rindes previstos por el USDA son muy ambiciosos.

Realmente el ritmo de siembra es impresionante. A inicios de la semana pasada se llevaba el 87% del maíz sembrado contra 66% promedio para la fecha, y el 46% de la soja implantada cuando lo normal para esta época del año es 24%.

La siembra temprana es uno de los elementos clave para alcanzar un buen rinde en EEUU. Cuanto antes se siembre, más chances hay de que los granos entren en floración antes de que el calor del verano y la falta de lluvias afecten la misma.

Sin embargo también es cierto que no es ese el único ingrediente necesario. El otro es que el cultivo vaya pasando por cada una de las etapas, tanto anteriores como posteriores, en condiciones apropiadas.

Otro de los elementos llamativos de esta semana es que los operadores notaron súbitamente que la humedad de los suelos es baja, las temperaturas se proyectan elevadas y que las lluvias si bien van llegando y posibilitan sembrar, son algo bajas.

Esto hace poner un poco de prima de riesgo por clima a los precios.

Los momentos de este mercado pueden ser muy diferentes, y esto activa el mercado de spreads, despertando una nueva distorsión por parte de los especuladores.

Estamos pasando por un momento de fuerte faltante de granos en el mundo, y por delante tenemos una recomposición importante de maíz, que se produciría con la entrada de la cosecha nueva de EEUU. Normalmente la posición que se toma como referente de cosecha es diciembre. Pero con lo temprano que se sembró este año, se espera que en septiembre ya se tenga cosecha.

La firme demanda presente y la falta de mercadería disponible envía los precios a las nubes, pero a cosecha se espera una recomposición de stocks, por lo que de septiembre en adelante es lógico pensar en precios más bajos. Con esto en la cabeza los operadores están jugando con el spread. La posición lógica sería comprar la posición más cercana y vender la nueva. Esto hace que aumenten los precios disponibles y bajen los futuros, generando la famosa profecía autocumplida.

Pero como todo se van dando idas y vueltas en esto. Momentos en que el diferencial se agranda mucho y se generan tomas de ganancia. Períodos en los que se espera que la cosecha nueva no sea tan buena, y por lo tanto el diferencial también se reduce.

Algo parecido, pero en menor escala pasa con la soja, pero aquí el mes de cambio de cosecha es noviembre para EEUU y marzo a mayo para Sudamérica.

Además hay otro diferencial más que se opera también pensando en desajustes lógicos que podría tener el mercado en esta campaña que está iniciando en el hemisferio norte: mientras que el maíz recompone stocks, la soja los pierde. Por eso la apuesta es que la soja suba frente a un maíz que caiga. Por ello se desataron compras de soja y ventas de maíz. Pero nuevamente, cuando la relación se extiende mucho es lógico que se tomen ganancias y el diferencial se achique, o que en ciertas oportunidades se vea que la cosecha de maíz no sería tan grande ni la de soja tan pequeña, y que los precios corrijan.

Lo cierto es que todo este juego va generando corriente compradoras y vendedoras en distintos productos y meses difíciles de entender y cotejar con la realidad, ya que su lógica es intrincada.

En Argentina ya sabemos como será el sistema de ROE VERDE de maíz y trigo. Las implicancias del mismo.

A fines de abril el gobierno anunció el otorgamiento de ROE VERDE o permiso previo de exportación por un total de 3 mill.tt. de maíz en base a los relevamientos realizados entre productores y la cadena comercial sobre la disponibilidad de maíz. Sin embargo hasta la semana pasada no se habían hecho efectivos esos permisos ya que faltaba dilucidar como se repartirían los mismos. Esa tarea se le encomendó a los propios exportadores bajo la premisa de que el reparto debería practicarse de acuerdo a las compras realizadas.

Del relevamiento realizado por los exportadores surgió que los mismos habían declarado un total de mercadería comprada de 12,9 mill.tt., mientras que el total otorgado de ROE VERDE es de 10,5 mill.tt. (7,5 mill.tt. repartidas el año pasado y 3,0 mill.tt. recientes). Es decir que el total de permisos otorgados no alcanzan para que los exportadores puedan embarcar todo el maíz comprado. Les sobran unas 2,4 mill.tt. De allí que la cuestión del reparto es gravitante.

Luego de deliberaciones el CIARA/CEC propuso que la distribución fuera 50% de acuerdo al total comprado y 50% de acuerdo a la sobrecompra de mercadería sobre los ROE ya recibidos. Independientemente de esto lo importante es que en ambos casos se habló de la mercadería comprada, y ello hace ver que el camino de un exportador para conseguir que le asignen una participación mayor en las exportaciones de maíz (y se supone también de trigo) es comprar más que sus competidores. Para hacerlo debe lograr tentar a los vendedores con mejores condiciones comerciales, lo que aumenta la chance de que los precios reales se parezcan más a los teóricos.

En definitiva este mecanismo restaura la competencia entre exportadores. El problema es que los exportadores saben que por más que se esfuercen nunca lograrán originar más mercadería en su conjunto que el saldo exportable que determine el gobierno. Por ello la segunda cuestión es si existe ese saldo exportable.

Lamentablemente en trigo ese saldo exportable está agotado, mientras que en maíz, si bien es cierto que podría haber algo más de saldo exportable, dado que hay una sobrecompra de exportadores que supera las 2 mill.tt. se ve poco probable que los compradores vayan a salir a comprar maíz agresivamente.

La proliferación de rumores y las dificultades para comprar dólares, no ayuda a que los productores se desprendan de la soja.

Las industrias se encuentran muy preocupadas por las dificultades para originar soja en nuestro país. Saben que este año la capacidad instalada supera holgadamente la disponibilidad de poroto y que en definitiva deberán parar las líneas de producción mucho más de lo habitual. Reducir los días que se planifica trabajar en el año significa asumir un costo elevado, el problema es que los productores están muy reacios a vender.

Normalmente el productor Argentino vende cuando necesita dinero para producir o realizar inversiones. Ninguna de las dos cosas están pasando. Las necesidades se cubrirán con las ventas ya realizadas, y no se avizoran inversiones este año, ya que los malos rendimientos han dejado un resultado económico que impide destinar dinero a proyectos nuevos.

Sin embargo el productor aún cuenta con soja. Los precios elevados intentan tentarlo a vender. Sin embargo el problema en Argentina es que la inestabilidad de precios y la frágil situación económica del Estado lleva a pensar que cualquier excedente de fondos debería llevarse a dólares. Pero las restricciones para la compra de la moneda norteamericana impiden esto. Según fuentes periodísticas quien quiera buscar otros caminos para hacerse de moneda extranjera, enfrenta sobrecostos de alrededor de 30%. Con esto presente y la buena performance reciente de la soja, los productores deciden esperar ya que para asumir un sobrecosto tan grande, prefieren guardar la soja que cotiza en dólares y ver si en algún momento ese diferencial se tranquiliza.



Dante Romano, Centro de Gestión Agropecuaria Fundación Libertad