LA NACION
La reciente caída en los valores internacionales del petróleo, sumada a la suba de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos, que contribuye a la apreciación de dólar en el nivel mundial, poco ayudan a que los valores de los cereales y de las oleaginosas puedan mostrar recuperaciones interesantes, al menos en el corto plazo.
Para colmo, el levantamiento de las sanciones internacionales a Irán por el programa nuclear podría incrementar la oferta del crudo en 500.000 barriles diarios, agravando la sobreoferta del combustible fósil. Según el Ministerio de Petróleo para Asuntos Internacionales del citado país, esta última situación sería inevitable. En esta línea, no son pocos los analistas energéticos que estiman que el precio del barril bajo estas condiciones podría descender hasta los 20 dólares, de los actuales 28 dólares.
Por otro lado, la producción sojera por estas latitudes continúa avanzando y a pesar de que en algunas regiones la situación dista de ser la óptima, las estimaciones van confirmando una cosecha sudamericana que, sin ser récord, podría ubicarse en torno de los 170 millones de toneladas, como la segunda más importante de la historia.
Aunque todavía resta atravesar el periodo crítico en nuestro país, y más allá de las inundaciones en importantes zonas productivas, los recortes potenciales podrían ser compensados por la buena "performance" que se observa en aquellos lotes no anegados.
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Así las cosas, son muchos los factores actuales que "juegan" en contra de los precios de estas commodities. Quizá la posición muy "sobrevendida" de los fondos de inversión en el mercado de Chicago (la mayor de la historia para los 3 principales productos), puede en un futuro no muy lejano poner cierto equilibrio o brindar algunas oportunidades que deberán ser aprovechadas.
Si bien estos actores especulativos del mercado necesitan un incentivo para poder recomprar sus posiciones vendidas o una buena excusa para hacerlo, es posible que en el devenir futuro de los acontecimientos las variables vayan dando espacio para que esos "incentivos" aparezcan.
Cambio de expectativas
Al igual que en Brasil, el reacomodamiento del tipo de cambio en nuestro país logró generar un importante cambio de expectativas. Más aún aquí, donde la eliminación de los derechos de exportación y de las licencias para exportar (ROE Verdes) también ayudaron para que los precios locales puedan acercarse un poco más a las cotizaciones internacionales.
Pese a que la soja todavía mantiene retenciones del 30 por ciento y que la mejora cambiaria sólo logra "acomodar" los números de la presente campaña en algunos casos y "licuar" pasivos de ciclos pasados en otros, las medidas adoptadas por la actual administración nacional no podrían llegar en mejor momento, si se observa el actual escenario internacional.