15/06/2015

"En la Argentina, los problemas del trigo cortaron un círculo virtuoso"

Protagonistas. Julio Calzada, economista jefe de la Bolsa de Comercio de Rosario, dirige los equipos técnicos de la entidad rosarina. Sigue de cerca los mercados, la rentabilidad de los cultivos y la situación de la producción en la Argentina. CLARÍN


1- ¿Cómo viene, en términos económicos para los productores, la campaña fina que ya se está sembrando?

Los productores tienen una fuerte preocupación por los bajos márgenes brutos que deja el trigo. En un estudio que hicimos, para el caso de 200 hectáreas en el sur de Santa Fe, esa cifra nos dio un poco más de 20 dólares por hectárea. Por eso, estimamos una caída importante en la superficie de siembra de esta campaña: se sembrarían 3,5 millones de hectáreas. Hay un avance en la implantación del 40% en la zona núcleo, pero con un bajo nivel de inversión y tecnológico para fertilizar y controlar malezas.

2- ¿La acotada rentabilidad del trigo pone en jaque el esquema financiero de los chacareros?

En la Argentina, los problemas del trigo cortaron un círculo virtuoso. Con los recursos económicos que dejaba este cereal, en noviembre y diciembre los productores se financiaban hasta que llegaba la cosecha de soja y maíz. La situación actual le ha quitado viabilidad y sostenibilidad financiera a las empresas agropecuarias.

3- Para la gruesa, ¿va a seguir vigente la estrategia de refugiarse en la soja, que caracterizó a las últimas campañas?

Es lo más probable. Estamos calculando que la oleaginosa puede dejar un margen de 270 dólares por hectárea en campo propio y los productores quieren tener mercadería para vender el año que viene, ante las expectativas de un cambio en el Gobierno y en las políticas económicas. Así que el área de siembra va a ser significativa. El maíz, en cambio, va a estar más complicado y con números mucho más ajustados.

4- ¿Por qué se sigue sembrando si los márgenes se achican cada vez más?

Es lo que se preguntan algunos, en general que no están en el campo. No entienden cómo no hay rentabilidad si la cosecha es récord y llega a los 110 millones de toneladas. La verdad es que el hombre de campo lo que sabe hacer es sembrar y cosechar. Y lo hace, incluso, en un contexto tan difícil como el actual. Pero la caída de los cereales, por la muy mala ecuación financiera, está golpeando la sustentabilidad de la rotación y la fertilidad de los suelos.

5- El modelo de los pooles de siembra y los fideicomisos del agro, ¿está agotado?

Fueron desapareciendo en los últimos dos años, cuando los números se complicaron. Lo que ahora se ve es un cambio en los esquemas de arrendamientos, de uno a tres quintales a la baja, dependiendo de la zona, y la adopción de contratos a porcentaje y por área efectivamente cosechada, entre otras variantes.

6- En el mediano plazo, ¿qué puede pasar con la cotización internacional de los granos? ¿Los precios bajos llegaron para quedarse?

Hay más factores hacia la baja que alcistas. El stock mundial de soja supera las 315 millones de toneladas. Son 70 millones de toneladas más que hace algunos años (casi la demanda china). Además, se revaloriza el dólar y el barril de petróleo repuntó (de 40 a 62 dólares) pero está lejos de su techo, lo que deprime el valor de los aceites vegetales. Pero la producción mundial de cultivos oleaginosos (soja, girasol, colza y palma) caería por primera vez después de cuatro campañas, según la revista Oil World (de 521 millones de toneladas a 515 millones en 2015/16). Es el único indicador que podría traccionar los precios, pero también hay que seguir de cerca lo que pase con el clima en Estados Unidos.

Gastón Neffen