17/04/2015

Elevados rindes de indiferencia

 Márgenes agropecuarios. AMBITO.

Se muestra la proyección de resultados para la zona Norte de Buenos Aires y Sur de Santa Fe, sobre la base de los precios proyectados a cosecha 2015 para trigo y granos gruesos. Se presentan las cifras para los cultivos realizados por administración en campo propio, y bajo la forma de arrendamiento en campos de terceros.

La cosecha de soja está a pleno en la zona, con un avance estimado en 60% del área. Los rindes son elevados, pero están por debajo de las estimaciones previas.

Los mejores rindes en la zona de Pergamino se observan en campos de relieve más quebrado y con buen escurrimiento. Las variedades de ciclo corto sembradas en fechas tempranas, en el mes de octubre, son las de mejor rinde, con promedios en el orden de 44 a 45 qq/ha. Las variedades de ciclo intermedio, sembradas los primeros días de noviembre, muestran rindes algo más bajos, de 42 qq/ha. Para siembras más tardías en el mes de noviembre los rindes son de 40 qq/ha. Las variedades de ciclo largo muestran un rinde más bajo, en el orden de 35 a 37 qq/ha. Los lotes de soja de 2ª muestran rindes del orden de 33 qq/ha.

En cuanto al maíz, en la zona de Pergamino los rindes son decepcionantes, pues están en el orden de 85 a 95 qq/ha. En vista de las abundantes lluvias ocurridas durante el ciclo, se esperaban rindes más altos. Algunos lotes sembrados en campos planos se perdieron por excesos hídricos. Hacia Rojas y en el Sur de Santa Fe, los rindes son más altos. La situación productiva contrasta con los precios, que están por el piso, y los costos, que son históricamente altos. Para siembras en campo propio por administración, los rindes de indiferencia necesarios para cubrir los costos totales (directos y de estructura) son de 57 qq/ha en trigo (prácticamente inalcanzable en la zona), de 23 qq/ha en soja de 2ª sembrada sobre trigo, de 121 qq/ha en maíz y de 37 qq/ha en soja de 1ª.

Tal como vienen los rindes en soja de 2ª, con 33 qq/ha no alcanza para revertir el quebranto que se obtuvo con el trigo. En soja de 1ª el rinde de indiferencia se supera en la mayor parte de los casos. Con los rindes de maíz que se obtienen en la zona no alcanza para revertir el quebranto.

En campo arrendado, para los rangos de rinde expuestos, el quebranto que se proyecta es generalizado. El rinde de indiferencia para cubrir costos totales es de 63 qq/ha en trigo, y de 26 qq/ha en soja de 2ª. Será casi imposible revertir el quebranto del trigo con los rindes la soja de 2ª. Para el maíz el rinde de indiferencia que se necesita es de 131 qq/ha, y para soja de 1ª es de 42 qq/ha. En este último caso, en vista de los rindes obtenidos, algunos productores superan el rinde de indiferencia.

Ante la coyuntura actual de precios internacionales bajos para los granos, las retenciones a las exportaciones son insostenibles para el productor. A esto se suma un mercado de exportaciones intervenido y elevados costos de producción y comercialización que determinan quebrantos incluso con rindes altos como los que se están obteniendo en la presenta campaña.