Subió 10 dólares, pero terminó con un alza de 1%. A nivel local, crece la preocupación en la cadena triguera en medio de una cosecha estimada en 13 millones de toneladas. EL CRONISTA
por PAULA LÓPEZ Buenos Aires

El precio del trigo aparece imparable en el mercado internacional. En medio de la rueda de Chicago, experimentó un alza de más de u$s 10 por tonelada que lo llevó a tocar u$s 248,8 la tonelada, un nuevo máximo para el contrato más activo desde mayo pasado.

La escalada arrancó el martes pasado, luego de que las autoridades rusas –en medio del desplome del rublo y sus consecuencias para los precios de las commodities energéticas y acciones bursátiles– advirtieron que analizaban medidas para garantizarse un stock de 5 millones de toneladas extra de trigo, destinado al mercado interno, y así bajar la presión inflacionaria sobre los precios del pan.
Entre las alternativas, indicaron que podría elevarse el precio interno que se le paga al productor. Pero el mayor temor es que Rusia cierre parcial o totalmente las ventas de trigo al mundo.

Bastó esa declaración para que en los mercados se activaran las órdenes de compra. En tres días, y sin ninguna medida en firme, el trigo se disparó casi 12%, y pasó de u$s 227,4 a u$s 240,8 la tonelada, valores que no registraba desde mayo pasado.

La avanzada del trigo en el mundo choca contra lo que ocurre en la Argentina. Si bien ayer, el trigo disponible y los futuros a marzo cerraron con alzas marginales, hasta u$s 126 y u$s 140 la tonelada, respectivamente. La mejora se produjo tras dos jornadas con caídas significativas: entre 3,5% y 3,8% en los dos días en que el trigo picó en punta con las alzas en el exterior.

El comportamiento local se condice con una demanda tranquila en momentos en que la cosecha de trigo avanzó en casi 70% del área sembrada y que los compradores no tienen una competencia plena por el cereal, dado que hace ocho campañas las exportaciones del grano están regidas por un sistema de cupos que el Gobierno libera a cuentagotas. Hasta el momento, para la presente campaña, autorizó anotaciones para la exportación de 2,2 millones de toneladas, muy por debajo de las 6 millones de toneladas que en la cadena triguera consideran pueden liberarse para vender al exterior ante la buena producción estimada.

En ese marco, el Ministerio de Agricultura calculó ayer que la producción triguera 2013/14 llegará a 13,2 millones de toneladas, casi 44% superior a la campaña previa. Esas cifras habilitarían una mayor apertura de las exportaciones, consideran expertos.

Ayer, las bolsas de Cereales y Comercio del país, donde se operan granos y oleaginosas, alertaron que el "sistema comercial regido por las restricciones a las exportaciones del cereal, lo que impide en normal y transparente funcionamiento del mercado".

En una nota, las entidades remarcaron la caída del aporte de la cadena de valor del trigo al PBI, que pasó de 2,5% en 2008 a 1,9% en 2014; la baja del nivel tecnológico empleado para el cultivo cereal, la merma en el área sembrada y la pérdida de Brasil como principal mercado del trigo local. "Estos indicadores, entre otros,refuerzan la necesidad de un cambio en la política triguera de los últimos años".