Indicadores agrícolas. El mercado estadoundiense observa firmeza en los precios, debido a la falta de oferta argentina. El complejo sojero se ve afectado, además, por la suba de las retenciones al biodiésel. LA VOZ
Por Pablo Adreani*

El paro del gremio de los aceiteros ha paralizado el principal polo procesador y exportador de soja del mundo. Esto ha afectado el cumplimiento de los contratos de venta de las empresas aceiteras exportadoras.

Hay 86 vapores en espera, de los cuales 39 no pueden zarpar como consecuencia del cierre del canal principal y hasta que no se termine el dragado. Hay otros 15 vapores aguardando que se solucione el conflicto para poder comenzar con su carga y hay otros 34 barcos que están fondeados en el Rio de la Plata aguardando la autorización para poder subir aguas arriba y llegar a los puertos de embarque. Los armadores deben enfrentar penalidades de 25.000 dólares por cada día y por barco que no se carga; hay además pérdidas que las empresas deben afrontar por hacerse cargo de los sobrecostos originados por la caída de la actividad y pago de costos operativos, que les origina la imposibilidad de cargar los vapores.

Esta parálisis del corazón aceitero retrasa el cobro de las ventas, demora el ingreso de divisas y afecta a toda la cadena de pagos, llegando inclusive hasta el bolsillo del productor. De continuar el conflicto podrá haber desabastecimiento de aceite en las góndolas. A la pérdida económica que ya supera los 500 millones de dólares de acuerdo a información de la industria, hay que agregar la pérdida de imagen de la Argentina y el menor precio que recibirán los productos exportados por no considerarnos país confiable, a la hora del cumplimiento de los contratos. La caída en la oferta de harina de soja y aceite de soja en el comercio global, por parte de la Argentina, ya está impactando en el mercado de Chicago con subas en todo el complejo sojero.

Para agregar un factor adicional de impacto negativo en el sector aceitero, esta semana se conoció un fuerte golpe a la producción de biodiésel. El gobierno anuncio la reducción en el precio del biodiésel que se comercializa en el mercado interno y en simultaneo aumentó las retenciones: desde cinco por ciento efectivo vigente en marzo hasta 13,2 por ciento efectivo (retroactivo) para abril. Argentina es el primer exportador mundial de biodiésel producido a partir del aceite de soja, y con estas medidas el Gobierno afecta muy seriamente la competitividad del sector en los mercados del exterior.

Parece increíble que ante la aplicación de medidas antidumping impuestas (prohibición) por la Unión Europea al biodiésel de la Argentina, el Gobierno responda con acciones que erosionan aún más la competitividad del sector.

De acuerdo a Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrogeno, “a corto plazo la industria argentina de biodiésel va camino a una crisis de proporciones nunca antes conocida, poniendo en riesgo la continuidad del Programa Nacional de Biocombustibles”, pudiendo afectar el abastecimiento de biodiésel al mercado interno.

Las consecuencias de todas estas acciones y acontecimientos tanto locales como internacionales terminaran por impactar en el precio de la soja que recibe el productor.

Hoy el mercado de Chicago muestra síntomas de firmeza en la soja y todo su complejo, por la fuerte caída en la oferta de origen de Argentina. Y esta firmeza transitoria en Chicago, de alguna forma, compensa relativamente la tendencia bajista que se estaba instalando en el mercado local. Y hay que tener en cuenta que, una vez solucionado el conflicto del gremio aceitero, es muy probable que el mercado cambie su actual tendencia sostenida por un potencial camino bajista.

*Analista del mercado / www.agripac.com.ar



Cartez y la cadena de pagos
Alerta de productores. La Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), con sede en Córdoba, manifestó su “profunda preocupación” por las consecuencias del conflicto salarial que los trabajadores nucleados en la Federación de Aceiteros mantienen con la Cámara de la Industria Aceitera.

Según la entidad, esta situación pone en riesgo el cumplimiento en la cadena de pagos del complejo agroalimentario ante la imposibilidad de los productores de hacer frente al vencimiento inminente de obligaciones financieras y bancarias por causas que le son ajenas.

Por tal motivo, Cartez consideró prudente que los productores anticipen a las entidades acreedoras el contexto suscitado, a los fines de prevenir cualquier incumplimiento derivado de la falta de cobertura de cheques de pago diferido emitidos con anterioridad al inicio del conflicto.