09/02/2012

"El mercado de trigo sigue sin funcionar"

 Amuchástegui, presidente de BCR. AMBITO FINANCIERO


La Bolsa de Comercio de Rosario estima que, «aunque hubo negociaciones en el Mercado a Término y más fluidez que antes», todavía hay diferencias en los precios que se abonan y la capacidad teórica de los demandantes.
El presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Cristian Amuchástegui, aseguró ayer que tenía «mejores expectativas sobre los cambios del sistema de comercialización de trigo que puso en marcha el Gobierno».

«Teníamos una expectativa mayor frente a lo que realmente se concretó. El mercado sigue sin funcionar», dijo el directivo y aclaró que «la Bolsa siempre insistió con que el libre comercio es la solución, pudiendo de esa manera lograr el mejor precio en un planteo de demanda en competencia para que pueda vender el productor la mercadería en el momento deseado».

Esta «posibilidad» hoy «no se tiene, pero se planteó un esquema superador al vigente que era posible de ser admitido por el Gobierno», explicó.

La BCR, junto con Agricultores Federados Argentinos (AFA), habían propuesto cambios a fin de año que marcaban una cierta desregulación del mercado. En un principio los ruralistas asumieron que el Ministerio de Agricultura había aceptado en líneas generales esos cambios; sin embargo, el esquema que empezó a aplicar este mes para el comercio del trigo nuevo no conforma.

Tras la última liberación de dos millones de toneladas de trigo, con ROE Verde (permisos de embarque), pero no divididos por «past performance exportadora» sino por tenencia actual de granos, el mercado se movió un poco y mejoraron algunos precios y condiciones.

No obstante, todavía hay grandes diferencias entre los precios que se abonan y la capacidad teórica de pago que tienen los demandantes; un descuento que se considera perjudica al productor.

«Las normativas que se pusieron están siendo vulneradas, por ejemplo cuando se estableció que los fowards de trigo tenían que hacerse a partir de los 90 días, pero que en la realidad, en base a acuerdos entre partes, se siguen haciendo por menos días. En definitiva, se compra a 90 días, pero las partes luego arreglan otras condiciones», describió Amuchástegui.

Sin embargo, reconoció que «hubo negociaciones en mercado a término y más fluidez que antes».

«Durante enero se movió, sobre todo en el mercado de trigo, pero no ha sido la solución para el vendedor y no se cumplieron las expectativas, en la práctica sigue habiendo fowards».

El directivo destacó que «independientemente que el plan en sí no haya cumplido las expectativas que había despertado, otro factor que hay que tener en cuenta es que el trigo se produce principalmente en diciembre». «El productor cosecha el trigo con la idea de venderlo y hacer finanzas para llegar a la cosecha, y este plan se armó para recién en estos días de febrero empezar a liberar», destacó.

Respecto del maíz recordó que «estaba previsto» que la comercialización de este cereal «se defina a fin de febrero, por lo que los cambios van a llegar cuando la gente esté cosechando. No obstante, pese a estar intervenido, el de maíz sigue siendo un mercado un poco más ágil porque hay una mayor demanda y competencia interna», culminó.