15/01/2018

El mercado de granos continúa con pocos factores alcistas

Panorama. El recorte productivo en Argentina no se hizo sentir fuerte en el mercado de Chicago. ÁMBITO

La menor producción estimada para la Argentina -producto de la sequía- sería compensada por la súper cosecha brasileña. De esta manera la soja y el maíz no tienen perspectivas de subas en el corto plazo.

DANTE ROMANO
Profesor e investigador (*)

Seguimos trabajando en un mercado con pocas novedades, donde el clima sudamericano es el elemento que le va generando dirección a los precios del maíz y la soja. Mientras tanto en el caso del trigo el arranque del ciclo en EE.UU. generó algunas dudas, pero por el otro lado desde Rusia no paran de subir las proyecciones de exportación de una cosecha récord.

Comenzando por el clima en Argentina las condiciones predominantes son secas, lo que viene reduciendo las reservas en zonas muy importantes productivamente, como lo son el noroeste de Buenos Aires, el centro y norte de Córdoba, Centro y norte de Santa Fe y Entre Ríos. Sólo el sur de Santa Fe y el sur de Córdoba se muestran un poco mejor. En tanto en el noroeste y el noreste las condiciones secas atrasaron a tal punto la siembra de soja, que si las lluvias no se presentan en el corto plazo, habrá que recortar el área de soja, mientras que para maíz hay algo más de tiempo.

Sin embargo, como en distintas ocasiones se han dado lluvias en momentos clave, la duda es como los cultivos lograron capitalizar esos aportes que fueron llegando. En general se ven golpeados los cultivos de maíz temprano, y en menor medida los de soja. Pero la situación es muy dudosa.

Por el lado de Brasil en tanto las lluvias fueron llegando, y las perspectivas de lo que se implantó son buenas. Sin embargo en lo que hace específicamente a maíz, la duda es que pasará con la cosecha de segunda en el centro norte de la zona productiva. Esta cosecha, llamada safrinha se implanta luego de levantada la soja. Pero como el ciclo de la oleaginosa viene demorado, y sembrar tarde el maíz es riesgoso en términos productivos, ya hay quienes empiezan a ajustar a la baja.

Dicho todo esto, el viernes pasado se publicó el reporte de oferta y demanda mundial del USDA. Dado que este organismo venía planteando niveles de producción elevados de maíz y soja, se esperaba un ajuste a la baja. En el caso de la soja la producción para Argentina se contrajo en 1,8 millones de toneladas a 56 millones. Sin embargo todavía parece elevada. Fuentes locales están en torno a 54/55 millones de toneladas. En tanto, la proyección para Brasil se incrementó a 110 millones de toneladas de soja subiendo 2,0 millones respecto al reporte previo. Esto marca la pauta: lo que pierda Argentina podría aportarlo Brasil y así las cosas al mercado le cuesta salir del rango en el que viene operando.

Sin embargo, sorpresivamente el USDA bajó la estimación de producción de soja de EE.UU. en casi 1 millón de toneladas, pero por el otro lado, atento al atraso en el ritmo de exportaciones norteamericanas, se redujeron los envíos en unas 2 millones de toneladas y finalmente los stocks finales del país del norte subieron 700.000 toneladas. No obstante, esto estaba dentro de lo que el mercado esperaba.

Pasando al maíz se mantuvieron las proyecciones para Sudamérica en 42 millones de toneladas para Argentina y 95 millones para Brasil. Estos números deberían ajustar a la baja, pero deberemos esperar a próximos informes. En cuanto a Estados Unidos se publicó también el reporte de existencias al 31 de diciembre, que superó en 2,2 millones de toneladas lo que se esperaba. Esto se debe a que el consumo forrajero sería menor que lo proyectado. Además el USDA ajustó al alza la producción. Con todos estos datos la proyección de stocks finales se incrementó 1 millón de toneladas más quedando en casi 63 millones. Esto implicaría un aumento de stocks de casi 5 millones de toneladas respecto al ciclo previo.

En el caso del trigo el foco se puso en el reporte de área sembrada de trigo de invierno de EEUU. Los analistas esperaban una reducción, pero finalmente el USDA reportó una reducción ínfima. De todas formas con 13,2 millones de hectáreas estamos ante una superficie que sigue siendo muy baja respecto a los niveles históricos. La duda aquí tiene que ver con las perspectivas de lo sembrado, que está muy seco. Sin embargo, habrá que esperar a la primavera del hemisferio norte para tener mejor idea de como el clima inicial impactó a los cultivos. 

En el mientras tanto Rusia sigue con un perfil exportador muy alto.

En el plano local finalmente el tipo de cambio se estabilizó esta semana, pero en un nivel más alto. Esto no generó grandes cambios en la actitud de venta del productor, pero si ayudó a reducir el incremento de costos en dólares que se venía produciendo al tener una devaluación anual que era inferior a la inflación interna.

Ahora se observa interés de los compradores por maíz y soja viejos, pero poca intención de venta de los productores. En cuanto al maíz sería para cubrir los embarques tempranos, teniendo cierta seguridad atento al clima que viene golpeando al cultivo de primera.

En el caso del trigo la cosecha local está casi terminada. Si bien se lleva vendida la mitad de la producción a nivel nacional, lo que es un ritmo récord, lo cierto es que queda mercadería en mano de los productores, y los compradores siguen buscándola. Incluso se reportan necesidades de trigo de alta calidad que no son sencillas de satisfacer. De todas formas la competencia de Rusia por mercadería puesta en Brasil hace que los precios tengan una perspectiva de suba limitada. Vemos que será difícil romper la barrera de los u$s180.


(*) Del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.