11/09/2017

El maíz pierde la pulseada de los resultados con la soja

Se acerca la cosecha estadounidense y la diferencia de precios entre ambos cultivos se profundizó en favor de la oleaginosa, lo cual se expresa en los resultados proyectados en la Argentina. CLARÍN

Por Ing. Hernán Fernández Martínez, analista y consultor independiente

En tiempos en que comienza a apagarse el tan nombrado mercado climático norteamericano, sobre el que hemos escrito en muchas de las últimas columnas, bien vale mirar con faros un poco más largos, y más aún en estos momentos en que nos metemos rápidamente a la siembra de nuestra campaña de verano 17/18.
Esta vez profundizaremos sobre el concepto de relación de precios soja/maíz, concepto que en sí mismo, y para algunos, es puramente abstracto, pero nos muestra algo muy práctico y de fondo: las enormes diferencias de resultado por hectárea a los precios actuales entre un cultivo y otro en los distintos lugares en que se siembran en el mundo. Y a través de ese factor se nos permite inferir potenciales cambios en las superficies sembradas de ambos cultivos.
Pero vayamos a los números. Históricamente, la relación de precios citada resulta en 2,21, lo cual implica que se necesitan 2.210 kilos de maíz en Estados Unidos para equiparar los dólares que vale una tonelada de soja. Hoy en día, y en realidad durante toda la campaña 2017, en el país del norte esa relación de precios sobre las posiciones de cosecha se ubicó por encima de 2,50 y más aún, hoy resulta en 2,70. La inmediata consecuencia de esta situación es que los presupuestos de márgenes de soja en Estados Unidos fueron durante toda la campaña 2017 enormemente superiores a los de maíz, y eso se vio reflejado de manera contundente en el cambio de área a favor de la oleaginosa y en detrimento del forrajero a principios de año.
Hoy por hoy, ya cerca de la cosecha en el país del norte, esa situación, lejos de cambiar, se ha profundizado. A los precios de las posiciones de cosecha (noviembre y diciembre respectivamente) un productor en el centro de Illinois pierde más de 100 dólares la hectárea en campo arrendado con 12.500 kilos por hectárea de maíz, mientras obtiene unos 70 dólares por hectárea con una soja de 4.100 kilos por hectárea en el mismo campo.
Es interesante ahora llevar esta relación de precios a nuestras latitudes y quedará mucho más claro lo excepcional de la situación actual. Hoy en día se pagan en Nueva Palmira, Uruguay, por la soja mayo 18, 347 dólares la tonelada (sin retenciones). Sólo haciendo el ejercicio de colocar ese precio en nuestros presupuestos 17/18 nos daremos cuenta de la impresionante diferencia de resultados entre soja de primera y maíz que esos precios generan. Por ejemplo, para un campo en el norte de la provincia de Buenos Aires o sur de Santa Fe, por el que se pagan 17 quintales por hectárea de soja de arrendamiento y cuyos rendimientos presupuestados de soja de primera y maíz fueran 4.000 y 9.500 kilos por hectárea respectivamente, resultaría en 280 dólares por hectárea de margen neto en soja y un resultado negativo de 130 dólares por hectárea en maíz.
Sólo de esta situación podríamos hacer infinidad de análisis y conjeturas hacia adelante, pero al menos nos interesaba dejar claramente planteada la situación, por lo excepcional de la misma. Volviendo a la coyuntura, no se olviden que esta semana tenemos informe mensual del USDA de septiembre y la moneda está en el aire, el interrogante que sobrevuela es: ¿recortará rendimientos en soja?
Desde la empresa, y como solemos insistir, si el 260 dólares/mayo 18 nos deja el resultado presupuestado -sabemos que en muchas empresas es así-, arrancar a cubrir despacio, pero arrancar, buscando quedar abierto a la suba con la herramienta que deseen.

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  • Impuesto sobre los Ingresos Brutos - Resolución General N° 9/2017 Descargar