En la principal plaza granaria del mundo se temió que una abrupta baja en la producción de maíz argentino deje al mundo sin su segundo proveedor. A nivel local lo descartan. EL CRONISTA

El principal mercado de commodities agrícolas se movió ayer al son de versiones sobre distintas restricciones a las ventas externas de maíz y trigo, que impulsarían la Argentina y Rusia, respectivamente. En el caso local, analistas y operadores locales recibieron llamados desde el exterior preguntando sobre un posible cepo exportador ante las pérdidas irreparables que la sequía dejará en la próxima cosecha maíz, que según las primeras estimaciones privadas dejará unas 20 millones de toneladas de producción, más de 20% por debajo de lo previsto con anterioridad.

Así el maíz sumó su cuarta jornada consecutiva de alza, con una mejora de 1,7% diaria, y se ubicó en u$s 248 la tonelada. La sequía en la Argentina, segundo exportador mundial del grano, sigue siendo gravitante para la cotización de ese cereal, al igual que ocurre con la soja. La oleaginosa terminó 0,2% arriba en Chicago a u$s 448 la tonelada. El trigo también mejoró, a pesar de que el gobierno ruso negó que esté analizando aplicar retenciones a las exportaciones del grano.

En tanto, la posibilidad de un nuevo freno exportador al maíz local fue rechazado desde el Gobierno. Fuentes oficiales plantearon que de momento es muy temprano incluso para realizar una estimación seria sobre cómo será la producción final, dado que el ciclo de cosecha se extiende hasta entrado junio. Y recordaron que a fines de febrero se podrá tener un panorama más acabado en cuanto a cuál será la producción final y saldo exportable, del cual ya se habían liberado, y casi todo aprobado, 7,5 millones de toneladas.

Varios analistas descartaron que haya un cierre formal de fronteras para el maíz, aún si la producción se derrumba por debajo de todas las perspectivas. Es que, remarcan, el sistema de cupos de exportación que impuso el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, hace más de cinco años, funciona como una barrera infranqueable, salvo autorización expresa con la entrega, a cuentagotas, de los ROE.

Yla situación seguirá siendo similar, aún cuando desde el Ministerio de Agricultura se buscará replicar en maíz, a fines del mes próximo, el esquema comercial que anunció para la nueva campaña del trigo. Ese sistema busca que los saldos exportables del cereal se autoricen lo más rápido posible. Para trigo, el próximo lunes será un día clave. Agricultura prevé la liberación de al menos la mitad del saldo exportable que se estima dejará la producción triguera 2011/12. Ya hubo autorización adelantada por 3 millones de toneladas para colocar en el exterior, y se estima que descontado el abastecimiento interno, habría entre 4 millones y 5 millones de toneladas de la nueva campaña en condiciones de exportar. Para mañana se espera un encuentro entre distintos eslabones de la cadena triguera con funcionarios de Agricultura para conocer si los operadores están teniendo dificultades con el convenio suscripto a principios de mes. Ese acuerdo resaltaba la necesidad de que se pagara el precio pleno al productor (FAS teórico más/menos flete) y que los exportadores debían acreditar las compras en el mercado interno para acceder a los ROE.