Los cultivos alternativos al trigo están creciendo en producción, pero los mercados tienen modalidades específicas para considerar. LA NACION
En una reciente jornada realizada por los grupos CREA del Sudoeste, el consultor Alejandro Vejrup, de Globaltecnos SA, analizó el mercado de los cultivos alternativos al trigo. En su disertación, destacó el notable crecimiento de la producción argentina de cebada y de otras especies de invierno, pero, al mismo tiempo, advirtió que si esta tendencia continúa, podría llegar a afectar los precios internacionales.
Al comenzar su descripción sobre los cultivos de cosecha fina, Vejrup consideró el caso de la arveja, el cultivo que proyecta el mejor resultado comparado.
Señaló que la producción mundial alcanza los 10,2 millones de toneladas, mientras que el comercio es de 4 millones. "Su mercado es reducido, sobre todo si se lo compara con el del maíz (950 millones de toneladas), el de la soja (270 de millones de toneladas) o el del trigo (650 millones de toneladas)", aseguró y agregó: "Claramente, la arveja no es una commodity".
La arveja se destina al consumo humano y forrajero. Los principales productores son Canadá (26%), la Unión Europea y Australia, países que además son los principales exportadores. En tanto, los mayores importadores del cultivo son la India (45%), Bangladesh (13%) y China (11%).
Entre 2004 y 2008, en la Argentina se sembraban entre 18.000 y 20.000 hectáreas de arveja, una superficie bastante reducida. "A partir de ese momento, el área cultivada creció significativamente hasta superar las 100.000 hectáreas", destacó.
El precio de la arveja experimentó fuertes oscilaciones desde 1993. "Hoy, la cotización FOB es de 430 dólares por tonelada, aunque el valor del disponible difícilmente supere los 200-220 dólares, dependiendo de la zona. Eso se debe, en gran parte, a cuestiones de calidad", explicó el analista.
Tal como ocurre con la arveja, el garbanzo es un speciality . La producción mundial es de 10 millones de toneladas, aunque su mercado es bastante más reducido: apenas alcanza el millón de toneladas.
El principal productor es la India, que concentra el 74% del total mundial. El exportador más importante es Australia, que comercializa el 46% del garbanzo.
Más allá de lo que ocurre en el mundo, en la Argentina se siembran 75.000 hectáreas, y la producción es de 114.000 toneladas, que se destinan principalmente al consumo humano.
Tal como ocurre con los demás granos alternativos de cosecha fina, desde la intervención del mercado de trigo la producción del garbanzo se ha incrementado.
En cuanto a la exportación de este cultivo, pasó de 15.000 toneladas en 2009 a 52.000 en 2011, siendo los principales destinos Turquía, Italia, Portugal y España.
Hasta 2010, la participación argentina en el mercado mundial de garbanzo era del 1%. En 2012 se proyecta un 7%. "Este dato es una señal de alarma, porque si se sigue con este nivel de crecimiento, el mercado se verá inundado y no se sabe quién va a comprar esa producción. Puede ocurrir que aparezca la demanda, pero la pregunta será ¿a qué precio?", alertó Vejrup.
El precio FOB del garbanzo en la Argentina llegó a estar cerca de los 1150 dólares por tonelada, mientras que el precio promedio al que se puede vender es de 850 dólares la tonelada", resaltó el especialista durante la jornada.
COLZA: 60,3 MILLONES DE TONELADAS
La producción mundial de colza es más importante que las de arveja y de garbanzo, ya que alcanza los 60,3 millones de toneladas. En tanto, su comercio es de 11,5 millones de toneladas. Canadá es el principal exportador de colza del mundo, seguido por Australia, mientras que la Unión Europea es el primer productor. Japón y China, por su parte, son los principales importadores de grano y aceite de colza. Respecto del precio internacional, oscila alrededor de los 580 dólares por tonelada, a los cuales hay que restarles un 10% en concepto de retenciones. La Argentina produce aproximadamente 50.000 toneladas por año.