Otra vez el mercado cae ante anuncios de aranceles a las importaciones estadounidenses, esta vez los apuntados no son países, sino el acero y el aluminio.
Hay que aclarar que el maíz no se vio afectado y cerró al alza por una fuerte demanda internacional. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó que los futuros de maíz salieron ilesos de las nuevas amenazas de aplicación de aranceles de Trump y registraron ganancias de más de un dólar y medio.
"Los agentes del mercado centraron su atención en el informe de oferta y demanda del USDA de mañana, donde se espera que la agencia informe ajustes a la baja en los stocks finales del cereal estadounidenses", repasó la BCR.
En tanto, los futuros de maíz también recibieron un impulso de los signos de fuerte demanda, incluyendo una fuerte venta a de maíz de EE.UU. a México esta mañana y las inspecciones de exportación de maíz que llegaron al extremo superior de las expectativas comerciales.
Por otro lado, los futuros de la soja finalizaron la primera rueda de la semana con bajas de pocos centavos, en una jornada volátil que no presentó tendencia clara para las cotizaciones, en el contexto de nuevas amenazas del presidente Trump sobre la imposición de aranceles comerciales, esta vez, a las importaciones de acero y aluminio.
En Sudamérica, la mejora del tiempo en las zonas afectadas por la sequía en Argentina, principal exportador de harina y aceite de soja, y una cosecha de soja mayor de lo esperado en Brasil, principal proveedor, presionaron los precios.
Por último, los futuros de trigo comenzaron la semana en baja luego de que Trump anunciara que impondrá aranceles a las importaciones estadounidenses de aluminio y acero, aumentando los temores de posibles represalias contra las exportaciones agrícolas de este país.
A estas preocupaciones se le suman las expectativas de que el informe del USDA de mañana muestre importantes existencias finales de trigo, presionando las cotizaciones. Además, disminuyeron las posibilidades de daños por heladas a los cultivos de trigo del Mar Negro y de Estados Unidos.
Un frente frío se dirige hacia regiones productivas de ambos países, pero la capa de nieve que se espera en la zona ha reducido los riesgos de muerte invernal.
El mercado local atravesó la primera semana de baja de retenciones. Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral y especialista de fyo, analiza el impacto registrado en maíz y soja.
El maíz argentino mejoró unos 10 USD/tn desde que se quitaron los derechos de exportación contra una mejora de 3 en Chicago; la reducción impositiva implicaba una mejora de 5 por lo que, para Romano, hay una mejora genuina en precios.
Asimismo, se registraron mejoras interesantes que fueron, incluso, superiores a lo que la quita en derechos de exportación y la mejora externa sugieren. “Los precios disponibles están altos, y los de la posición de cosecha nueva en 200 para temprano y 190 para tardío, generan rentabilidades esperadas altas. Esto hace que las ventas estén más activas, pero en niveles promedio para la fecha, y vienen acumulando un atraso”, detalla Romano.
Lo que está firme es performance exportadora de Argentina sigue muy firme. “En enero se embarcaron 2,3 M.Tn. de maíz, contra 1,5 que es lo normal. Esta tendencia viene firme en los últimos cuatro meses, cuando normalmente declina. En tanto, la cola de buques para cargar de 1,7 M.Tn. -de los cuales más de 500.000 tn deberían completarse en el sur- muestran que la demanda internacional sigue firme. Argentina está sustituyendo a Brasil”, expresa el investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos.
Si bien la condición de cultivos de maíz en Argentina bajó 3 puntos en su calificación buena a excelente a 25%, las lluvias permitieron que la condición hídrica para el cultivo mejore 6 puntos al 63%.
“Con respecto a la comercialización, en la semana se le puso precio a 234.000 tt el nivel histórico para la fecha, y en el acumulado estamos en 78% de la producción con precio vs 81% promedio a la fecha. En cuanto a la nueva, las operaciones fueron casi nulas, y estamos al 6% de negocios con precio contra 13% promedio a la fecha”, explica Romano.
En el caso del maíz los factores alcistas son claros y Romano los enumera: “EEUU quedó con stocks por debajo del año pasado, cuando se esperaba a inicios del ciclo que superaran esa marca. La producción no fue tan buena, y el consumo mayor. Para colmo en la semana pasada vimos señales de que tanto la molienda para etanol como las exportaciones norteamericanas siguen firmes. Brasil, por su parte, sigue atrasado con la siembra de maíz safrinha, pero metió 17 puntos de avance en Mato Grosso en sólo 1 semana. Aunque siguen 12 puntos atrasados, el clima ayuda”.
Al respecto de la soja, se registraron mejoras en su precio de casi 20 USD/tn, mientras Chicago se mantuvo estable. En tanto, también se dieron lluvias en las zonas más necesitadas y hay más en el radar. Sin embargo, el ritmo de comercialización sigue en niveles históricos. “Aun cuando quedan más de 12 M.Tn. de soja vieja y de la nueva, estamos muy por debajo del promedio vendido para la fecha. Tal vez, el precio empiece a tentar al productor ya que recién ahora roza para cosecha nueva los 300 USD/tn”, indica Romano.
El especialista de la Universidad Austral sostiene que la soja recibe apoyo de los aceites: “Las exportaciones de EEUU están altas con India comprando ese producto ante la suba desmedida de la palma. De todas formas, esto se está acomodando. Reina la incertidumbre en el frente guerra comercial, ya que en sólo una semana pasamos de imponer aranceles, a pausarlos, y a endurecer la política”.
A futuro, Romano estima que debemos estar atentos a decisiones de siembra de EEUU, “donde la relación de precios podría hacer caer la superficie de soja, subir la de maíz y corregir los precios relativos de esos productos”.
Entre martes y miércoles de la semana pasada se dieron lluvias de entre 100 y 150 mm en la zona más seca del norte de Buenos Aires, sur de Entre Ríos y sur de Santa Fe. El este de Córdoba siguió seco. En los próximos 15 días se espera el pasaje de varios frentes de tormenta por el centro y norte del país que permitirían que los cultivos evolucionen favorablemente. Pero las precipitaciones serían limitadas en Buenos Aires y La Pampa.