La Bolsa de Cereales se plantea en qué medida la suba del aceite de soja está determinada por la soja, y en qué medida se debe a la competencia con bienes sustitutos como el aceite de palma y el de girasol. AGROFY NEWS
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires destacó que el precio FOB del aceite de soja en Argentina alcanzó en noviembre su valor máximo desde que comenzaron a publicarlo, en 2017. Cabe destacar que nuestro país es el principal exportador global de aceite de soja.
El relevamiento remarca que la misma tendencia se está observando en el precio del aceite de palma -tanto en Malasia como en Indonesia- y del aceite de girasol en Ucrania: "Ambos alcanzaron en noviembre niveles máximos desde principios de 2017".
Respecto a estos dos últimos, la suba del aceite de palma tiene sus propios fundamentos: por una parte, la estimación de stocks finales (Malaysian Palm Oil Board’s) viene revisándose a la baja desde los últimos seis meses, cayendo en octubre un 8,6% y casi alcanzando mínimos desde 2017. Esto se debe a falta de mano de obra, plantaciones viejas y baja fertilización, que están afectando la producción. Por otra parte, hay también un adelanto de la demanda ante la posibilidad de que Indonesia establezca un impuesto para las exportaciones del aceite.
En cuanto a la producción de aceite de girasol, se espera que para la campaña 2020/21 tenga una baja sin precedentes a nivel global, por motivos climáticos.
Esta tendencia para los aceites de palma y girasol se da en paralelo a otros factores que afectan al precio de la soja: el clima seco en Brasil y Argentina, la pérdida de dinamismo en las ventas de los productores argentinos, los bajos stocks finales en Estados Unidos, la alta demanda de China y un dólar débil.
Bajo este escenario, y dado que todos estos aceites son sustitutos entre sí y que sus movimientos de precios suelen estar correlacionados, la Bolsa de Cereales se plantea en qué medida la suba del aceite de soja está determinada por el aumento del precio de la soja, y en qué medida se debe a la competencia con bienes sustitutos como el aceite de palma y el de girasol.
Test de causalidad
Para analizar esta situación se realizó un test de causalidad de Granger que determina, dadas dos series de precios, si una de ellas precede a la otra. El resultado del test permitió rechazar la hipótesis de que los precios del aceite de soja influencien a los del aceite de palma, mostrando por el contrario que el impacto del precio del aceite de palma en el de soja es significativo en términos estadísticos.
Con este resultado luego se realiza una regresión de los precios de aceite de soja en los precios de: la soja en Chicago, el aceite de girasol en Ucrania y el aceite de palma de Malasia. Los resultados de la regresión se resumen en el siguiente gráfico:
Si bien pueden estar faltando otros efectos en la regresión, concluyen que:
Los efectos de los tres precios -soja, aceite de girasol y aceite de palma- son significativos, y claves para comprender lo que sucede con el precio del aceite de soja.
Los precios de la soja tienen una contribución no menor en el de aceite de soja.
Los movimientos más marcados -al alza o a la baja- del aceite de soja quedan determinados por la variación del precio del aceite de palma, lo que hace muy importante el seguimiento de este último mercado.