La Bolsa de Cereales de Buenos Aires mantiene su proyección de producción de girasol en 3,5 millones de toneladas. Hasta el momento se cosechó el 23% de la superficie sembrada. AMBITO FINANCIERO

La cosecha de girasol avanza de manera lenta en el extremo norte del país, debido a las siembras escalonadas realizadas durante el mes de agosto y septiembre, producto de la escasez de humedad en el suelo al momento de la siembra.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires mantiene su proyección de producción en 3,5 millones de toneladas a nivel país.

Hasta el momento se cosechó el 23% de la superficie implantada aportando un rendimiento medio de 1.820 kilos por hectárea.

El NEA lleva el 99% de la superficie trillada, restando sólo lotes puntuales por recolectar en la zona de Las Breñas y aledaños.

En el centro-norte santafesino los productores continúan con las tareas y están a pocos días de dar por finalizada la cosecha. El rendimiento medio zonal es de 1.950 kilos por hectárea lo que iguala el promedio de la pasada zafra.

Las labores de trilla aun no logran extenderse hacia otras zonas del país, debido a las desfavorables condiciones climáticas que no permiten la maduración y el secado de los granos.

Por otra parte, el oeste bonaerense y el norte pampeano, presenta el 85% del área en estadios avanzados de llenado de grano y sólo un 15%, ya se encuentra en madurez fisiológica a poco de comenzar con la recolección, informó la Bolsa.

Esta zona apunta a rendimientos cercanos al promedio histórico que es de 2.352 kilos por hectárea.

Diferente es la situación hacia el sur de La Pampa y el sudoeste bonaerense, donde la condición de los plantíos es heterogénea, con sólo un 10% excelente, un 30% en buenas condiciones, otro 30% regular y un 30% en mal estado.

Esta diferencia depende en gran parte del agua recibida durante el ciclo del cultivo, que en la actualidad transita estadios de floración y llenado de granos.

A su vez, el sudeste de Buenos Aires presenta cuadros en mejores condiciones pero que «están necesitando nuevos pulsos hídricos, ya que el grueso del área implantada con la oleaginosa se encuentra en etapas de llenado de granos y como bien sabemos ésta ejerce una mayor demanda de agua útil por parte del cultivo», destacó la entidad.